Enrique “Quique” Rositto es el secretario de prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp). Participó, junto con el secretario general del gremio, Roberto Pianelli, de las negociaciones paritarias con la empresa Metrovías, en donde se obtuvo un aumento del 32 por ciento. El mismo que fue cuestionado por el sector que lidera Claudio Dellecarbonara. Al ser consultado por Noticias Urbanas, defendió lo actuado por el sindicato.
–¿Para ustedes la negociación paritaria fue positiva?
–Nosotros teníamos el mandato de las asambleas de base de exigir un aumento del 37 por ciento en los salarios, más el aumento de la antigüedad en un dos por ciento. Después de varias reuniones con la empresa y de varias contraofertas se llegó a un acuerdo sobre el 32 por ciento, que se va a pagar de una sola vez a partir del 1 de junio.
–Dellecarbonara denuncia que la cifra del 32 por ciento no se discutió en las asambleas de base.
–Él es solo un delegado del Sector Tráfico de la Línea B y sus declaraciones son a título personal, ya que no representan a sus compañeros. Él no hizo asambleas en su lugar de trabajo y sus dichos tienen más que ver con una cuestión política. Como perdió las elecciones internas necesita diferenciarse de la actual conducción y por eso sale a decir que todo lo que hacemos está mal. A pesar de ello, no lo considero un enemigo sino alguien que representa a un sector opositor al nuestro. Quiero aclarar que cada una de las asambleas de los distintos sectores votó la propuesta del 32 por ciento y estuvo de acuerdo en aceptarla.
–A pesar del acuerdo, las quejas contra Metrovías se mantienen.
–Es que la concesionaria no cumplió con la tarea por la cual se hizo cargo del servicio. Es decir, no se encargó del cuidado y el mantenimiento de los trenes, los andenes y las escaleras mecánicas, para citar solo algunos ejemplos, y solo se encarga de decir que todo es culpa de los trabajadores.
–¿Y qué rol ocupa el gobierno macrista en todo esto?
–El gobierno de Mauricio Macri tiene una política equivocada en lo concerniente al transporte público y al subte en especial. Es una política de no hacerse cargo de las cosas o de dejarlas de lado. Y el ejemplo más claro de lo que digo es que las inversiones y las mejoras de las que tanto hablaron no se hicieron y, en contrapartida, desde que el GCBA se hizo cargo del servicio, la tarifa aumentó más del 400 por ciento.