Mensaje de la UTEP a Milei: “El Gobierno tiene el boleto picado, no tiene futuro”

Mensaje de la UTEP a Milei: “El Gobierno tiene el boleto picado, no tiene futuro”

Desde la organización cuestionaron la gestión del Presidente.


El secretario General de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Alejandro Gramajo, sostuvo que la Argentina está viviendo “una crisis humanitaria” y que se trata de “la primera etapa de un posible quilombo”. El dirigente social contó de qué manera se está viviendo en los barrios el ajuste económico y, en particular, se refirió a no entrega de alimentos a los comedores. “El Gobierno Nacional tiene el boleto picado, no tiene futuro”, reflexionó.

El jueves se confirmó que la administración de Javier Milei tiene acopiadas 5 toneladas de alimentos. El vocero presidencial, Manuel Adorni, negó que los productos estuvieran por vencer, dijo que los que tenían una fecha próxima de vencimiento se entregarán en los próximos meses y que los productos fueron adquiridos por el gobierno anterior. La información generó un amplio repudio por parte de las organizaciones sociales, que denuncian faltantes desde enero.

Gramajo consideró que los galpones con 5 toneladas de alimentos guardadas revela que las denuncias del Gobierno sobre “comedores fantasmas” o la calificación hacia las organizaciones sociales como “gerentes de la pobreza” son “cortinas de humo”. “Lo único que pretenden es esconder una decisión política sobre el ajuste salvaje que se está haciendo sobre los sectores populares, los trabajadores y los jubilados”, aseguró.

“Milei y Pettovello -la ministra de Capital Humano-, piensan que en el territorio se van a encontrar con un McDonald’s”, ironizó Gramajo. “Lo han escuchado al presidente decir que han hecho auditorías y que en los lugares a los que fueron no entran 500 personas. Y no, señor presidente. Los comedores en los barrios populares son en casas muy humildes, de compañeros, compañeras y familias que prestan su rancho”, contó y celebró que, a pesar de las dificultades económicas, “todavía existe la solidaridad y el compromiso” de los vecinos que siguen abriendo las puertas de sus hogares.

Gramajo cuestionó a Milei y al resto de su Gabinete: “Creo que estamos atravesando una situación muy grave. Es un gobierno que está en un cumpleaños. Tenemos 55% de pobreza y el presidente y todos sus secuaces están en una fiesta de cumpleaños presentando un libro en un Luna Park, que ya ni siquiera pueden llenar. Eso habla de la desconexión que tiene con la realidad”.

En esa línea, el dirigente social realizó un crudo diagnóstico: “Están causando daños irreparables”, dijo. Gramajo sostuvo que nunca vio una situación social tan grave como la actual: “Creo que es la primera etapa de un posible quilombo que va a vivir la Argentina que ya se empieza a visualizar”, aseguró en base a que no solo las organizaciones sociales han realizado acciones contra el Gobierno y destacó los dos paros generales, la marcha de las mujeres del 8 de marzo, la movilización universitaria del 23 de abril y el reciente estallido en Misiones.

“Estamos en un escenario de creciente conflictividad que para mí es peligroso y no me cabe la menor duda que el gobierno, que creo que no va a cambiar de política, tiene el boleto picado. Creo que no es un gobierno con futuro porque subestima la realidad”, agregó. De no cambiar el rumbo, según las proyecciones de Gramajo, el porcentaje de pobreza puede escalar al 80%.

Violencia creciente en los barrios populares

El dirigente gremial enfatizó que nunca había visto el actual nivel de gravedad en términos económicos y sociales. Gramajo contó que en los barrios donde la UTEP tiene comedores abiertos comenzaron a registrar una violencia creciente como consecuencia de la falta de comida y del ajuste.

“Se ven situaciones de violencia que no veíamos. La gente se pelea por un plato de comida, gente que hace fila durante una hora. Hay una demanda creciente y vos no tenés planificación como antes, que si se te desbordaba podías seguir cocinando. Hoy, cuando abrís, la gente se entera, viene al comedor y cuando terminás de repartir y se quedan sin morfar se pelean”, relató.

Según Gramajo, cada vez más personas les cuentan que la última vez que comieron fue cuando pasaron por un comedor. “A veces pasan dos días sin comer. Entonces, es entendible que la gente se ponga violenta, que esté triste o llorando. Eso genera situaciones de daño irreparable, sobre todo en niños y adolescentes que no están morfando”, se lamentó.

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