El diagnóstico, piloteado por Cerruti, dependerá de la jefatura de Gabinete. Esos datos, ¿merecen que se sospeche, entre las huestes del empresario devenido jefe de Gobierno electo, una intromisión nacional en los asuntos comunales?
Así parece. Se piensa en términos conspirativos, que los K pretenderían "infiltrar" las villas y predisponer a sus habitantes contra el futuro alcalde y las políticas que está diseñando. Pero a su vez, ¿eso no es tomar a los habitantes de los asentamientos como objeto de manipulación inmediata?
Sin embargo, el propio Macri ya tiene operadores trabajando en las villas, todos provenientes del PJ no oficial, a causa de que los ministros designados, María Eugenia Vidal y Daniel Chaín, de Desarrollo Social y Obras Públicas, no quieren saber nada con el tema.
Entretanto, el gobierno tiene preparado el decreto que permitirá dirigir al programa de Coordinación del Registro Unico de Información y Estadísticas sobre Emergencia Habitacional.
Las especulaciones, en cualquier caso, parecen electoralistas: recurso contra recurso, se juegan más de mil asentamientos donde se hacinan casi un millón de personas.
Los problemas del próximo jefe de Gobierno no terminan ahí. A sus propias sospechas y a la negativa de sus funcionarios, hay que agregar que si ese programa queda en manos de operadores peronistas-macristas, nunca hay que descartar la posible cooptación de voluntades.