Siguen las repercusiones en la Ciudad por el llamado al boicot contra Shell

Siguen las repercusiones en la Ciudad por el llamado al boicot contra Shell

Rodolfo Terragno, Horacio Rodríguez Larreta, el PRD de Miguel Bonasso, Abel Fatala y Sandra Dosch opinaron a favor y en contra de la medida


El llamado del Presidente Néstor Kirchner a no comprar productos a las petroleras que aumenten sus tarifas continúa generando repercusiones en la Ciudad.

"Está muy bien que el gobierno le pida a los consumidores que compren donde es más barato, pero no que el Presidente le haga la cruz a la empresa tal o a la empresa cual, exponiéndose a que algunos sectores malinterpreten sus palabras y las tomen como luz verde para la acción directa", señaló el senador porteño Rodolfo Terragno, en alusión a los piquetes realizados por Luis D’Elía en las estaciones de servicio Shell, luego del llamado presidencial al boicot contra esa empresa, que fue la primera en aumentar (luego se le sumaron Esso y Sol).

El macrista Horacio Rodríguez Larreta fue más allá con sus críticas: D’Elía es un delincuente y no puede ser que el gobierno use a ese delincuente y patotero para apretar a las empresas", disparó.

Este lunes, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, aclaró que la Casa Rosada "no dio instrucciones" a los piqueteros que entre jueves y viernes bloquearon algunas estaciones de servicio de la empresa Shell. Fernández argumentó que los manifestantes actuaron "por propia voluntad", después que el presidente Néstor Kirchner llamara el jueves pasado a "no comprar ni una lata de aceite" a la empresa angloholandesa.

D’Elía, por su parte, afirmó en declaraciones a Radio Mitre: "Nosotros no recibimos órdenes de nadie, ni del Gobierno ni mucho menos del Presidente. Decidimos hacer una acción por el aumento".

A su vez, el PRD de Miguel Bonasso sumó su apoyo al boicot y, en un comunicado de prensa, subrayó que "en lo que pretende ser una demostración de fuerza, el grupo angloholandés Shell parece haberse quedado en el tiempo: se resiste a entender que el país cambió, que intenta no cabalgar en el neoliberalismo salvaje y prepotente del menemismo, y que en la actualidad, el presidente argentino de turno no forma parte de lobbies, sino que los combate".

Por su parte, el ex secretario de Obras y Servicios Públicos del primer gobierno de Aníbal Ibarra, Abel Fatala, entendió que "las compañías petroleras que aumentaron entre el 2 y el 4 por ciento sus combustibles defienden intereses absolutamente económicos y del sector, mientras que el Presidente Néstor Kirchner cuida los intereses del país y el natural equilibrio de la economía".

Fatala, hoy funcionario del Ministerio de Planificación Federal de la Nación y presidente de la Red por Buenos Aires, subrayó: "Las multinacionales no quieren responderle al Presidente de la Nación cuando éste plantea que las subas de las tarifas de la nafta y el gasoil, además de ser injustificadas, promueven el disparador inflacionario. Esta decisión unilateral de las petroleras Shell y Esso alteran el criterio racional en una economía sensible y en el marco de la histórica salida de la Argentina del default".

A su vez, la representante de Fatala en la Legislatura, la diputada Sandra Dosch, le apuntó sus dardos a Elisa Carrió: "Llama poderosamente la atención que la ex diputada Elisa Carrió haya dicho que el Presidente Néstor Kirchner esté instigando a la violencia, a partir de la polémica que desató la empresa petrolera Shell", manifestó Dosch. "Nosotros -añadió la legisladora- lamentamos que Carrió y el partido que lidera, que durante mucho tiempo levantaron las banderas de los intereses populares, ahora por una especulación política que privilegia el arco opositor en el escenario del distrito porteño, derive en una marcada confusión ideológica".

"O se esta a favor de los intereses del pueblo, o se respalda los intereses de las multinacionales", concluyó Dosch.

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