Reclamo de las cocineras de comedores populares: “El hambre es un crimen”

Reclamo de las cocineras de comedores populares: “El hambre es un crimen”

Las trabajadoras apuntaron contra ministra Pettovello por la falta de alimentos.


Las cocineras de los comedores populares de los barrios y distintas organizaciones sociales del AMBA reclamaron contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, por la falta de entrega de alimentos. Con ollas vacías y carteles que indicaban “el hambre es un crimen”, las trabajadoras sociales las hicieron sonar sus ollas vacías para que el sonido que transmitían hablaba de la durísima situación que están viviendo sobre todo las infancias, las personas mayores y el resto de cada familia, debido a la falta de alimentos.

Entre las organizaciones que se movilizaron están: la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTAA), Libres del Sur, el Movimiento Argentina Rebelde, el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), la Coordinadora por el Cambio Social; el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL); el FPDS-Corriente Plurinacional, el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS). el Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive; Movimiento 8 de Abril; FAR y Copa Marabunta; la Federación de Organizaciones de Base Autónoma (FOBA); las Organizaciones Libres del Pueblo (OLP)-Resistir y Luchar; el Movimiento Juana Azurduy; Arriba los que Luchan; el MTD Aníbal Verón y el MTR por la democracia directa, entre otros.

El reclamo fue acompañado por una enorme cola de varias cuadras de personas portando pequeñas cacerolas o “tupers” vacíos, como una respuesta a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello que días atrás declaró ante una manifestación similar, que ella “no iba a recibir a los referentes de las organizaciones sociales, sino a cada vecino que tenga hambre” y que les daría de comer. Esta provocación se convirtió en un bumerang, ya que son varias las manifestaciones que aceptaron el desafío y nunca los recibió.

Entre las principales problemáticas, está la existencia de una situación crítica en materia alimentaria, siendo la misma propinada por el acceso restringido a los alimentos, una creciente inflación y tarifas que tampoco paran de aumentar; hecho que repercute de forma concreta en el hambre que pasan día a día los pibes y pibas de los sectores populares.

“El hambre es un crimen y el gobierno no muestra ninguna intención de revertir eso. Por el contrario, su preocupación pasa por seguir endeudando a la Argentina . Se está condenando a los pibes a un presente de miseria y un futuro de incertidumbre”, afirmó Maia Luna, de Barrios de Pie.

“Este proyecto de país no hizo más que profundizar las demandas y ampliar los sectores excluidos”, señaló.

Por su parte, la CGT  advirtió que “no es con la soberbia de cerrar las puertas a quienes reclaman, ni con la indiferencia de hacer oídos sordos a los que necesitan, como podremos encaminarnos en un marco de cordura y diálogo hacia las soluciones”.

“Frente a la condición urgente del hambre no puede haber otra prioridad que una respuesta activa y una actitud de compasión elemental, anterior a cualquier posicionamiento ideológico”, agregaron.

En el comunicado, resaltó que la situación de indigencia y pobreza de millones de personas en el país “no puede esperar” y destacó en especial la situación de los niños, niñas, adolescentes y adultos mayores que “son parte del cuerpo social, castigado desde hace mucho tiempo por el flagelo de la inflación, con sus secuelas de miseria y deterioro, que gestiones gubernamentales desafortunadas o ineficientes no pudieron o no supieron encauzar para bienestar de la enorme mayoría de la población”.

Déficit alimentario

“Se necesitan tres cosas urgentes”, detalla Mauro López, coordinador de la provincia de Buenos Aires de Libres del Sur. “Que la ministra Pettovello entregue los alimentos secos que el Estado brindaba a los comedores y merenderos y los discontinuaron ya hace meses, que no hay nada en esos lugares para hacer frente a las necesidades que van creciendo, que van en aumento y que ha hecho que muchos de esos comedores y merenderos tengan que funcionar menos días o incluso estén al borde de tener que cerrarse por falta de insumos”, indicó.

“En segundo lugar, empezar un proceso de diálogo donde se termine de aceptar que los movimientos sociales somos absolutamente necesarios, absolutamente indispensables para hacer frente a la crisis. Y en tercer lugar, es que se pueda proyectar acciones que en los territorios den respuesta en los tiempos por venir a una crisis que es absoluta”, completó.

El deficit alimentario en los comedores comunitarios despertó reacciones de actores diversos. La Iglesia, por caso, señaló recientemente que la “comida no puede ser variable de ajuste”, en lo que fue el primer mensaje del año del Episcopado.

Por su parte, la Coalición Cívica alertó a través de un carta sobre la “frágil situación en materia de seguridad alimentaria que afecta a los sectores socioeconómicos de más bajos ingresos en nuestro país”. En tanto, el dirigente social y político, Juan Grabois, denunció a la ministra Pettovello por “por no disponer la entrega de alimentos en comedores barriales.

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