Desde que se oficializó la incorporación de la Unión Cívica Radical al acuerdo que ya habían anunciado el jefe de Gobierno Mauricio Macri (PRO) y la diputada Elisa Carrió (Coalición Cívica), la discusión sobre la conveniencia o no de cómo encarar el armado de un hipotético gobierno inundaron los medios de comunicación. Por un lado, el macrismo advirtió que “pedir colaboración no es lo mismo que un cogobierno”. Mientras que los radicales, que sueñan con presentar una lista única para cargos legislativos en todos los distritos junto con el PRO y la CC, se mostraron divergentes.
Mientras el titular del radicalismo y presidenciable del espacio, Ernesto Sanz, se mostró en favor de un gobierno de “coalición”e incluso chicaneó a Macri con la posibilidad de darle “un cargo”, en caso de ser electo presidente, el senador Gerardo Morales apoyó la posición del macrismo de no incorporar radicales en un eventual gabinete nacional. “La UCR no tiene nada que ver ideológicamente con el PRO”, recordó.
Por lo que, el operador radical Federico Storani, ex ministro del gobierno de Fernando De la Rúa, salió a poner paños fríos y aclaró: “El que pierda acompañará”. Su posición no parece casual, ya que la ansiedad del radicalismo por discutir espacios de poder ha causado malestar en Mauricio Macri y la diputada Elisa Carrió, quien día atrás advirtió: “Dejen de ningunear a la Coalición Cívica”. En tanto que, el jefe de Gobierno recalcó que la idea del frente opositor es definir un candidato “único” y no “repartir cargos”.
En ese sentido, Carrió le pidió este sábado, a través de radio Continental, a los operadores políticos que se encuentran al frente de las negociaciones “no empañar” la unidad del espacio por la pelea electoral. “Este país da muchas sorpresas y recién en agosto vamos a saber quién es el candidato de la alianza. Primero la unidad, en eso estamos muy bien”, manifestó Lilita, al tiempo que indicó: “Todo lo que se diga ahora, perjudica”.
Por lo pronto, esta semana, radicales y macristas se reunieron por primera vez para sentar las bases del acuerdo político. La intención de Sanz y compañía es que, donde la UCR cuenta con candidatos con posibilidades de ganar, el PRO baje los suyos.