Un tuitero anónimo, que suele lanzar sus improperios bajo el sobrenombre de Osvaldo “Beto” Mendeleiev, que es en realidad un personaje de Diego Capusotto y Pero Saborido, escribió, cruzado por el dolor y las frustración: “Era poner a los pibes, a los Gordo Dan, a los Marra, a los que bancan desde que no era ni un partido, los que caminaron la calle cuando Milei era diputado, no a los Nene Vera, a todos peronistas camuflados. Pareja, la …… (se refiere a la sagrada vulva) de tu madre, ni fiscales conseguiste, Caballo de Troya”.
En realidad, Pareja es sólo un ejecutor de segunda línea, porque los verdaderos perdedores en esta contienda fueron Karina Milei (la mariscala de la derrota); Lule y Martín Menem (los coroneles del fracaso) y el Pro, un partido que se desinfla de a poco, cooptados sus dirigentes y sus militantes más talentosos por, precisamente, Karina, Lule y Martín, para conducirlos hacia la frustración y arrastrarlos a compartir un castigo de bíblicas proporciones.
En los días que sobrevendrán, se verá hasta donde llegan los pases de factura, que por ahora se detienen en el actor más vulnerable, que viene a ser, precisamente, Pareja. Nadie se animó a cuestionar todavía a los cerebros del descalabro, que manejan las cajas, las listas y las internas. En la medida en que los mercados comiencen a hacer tronar el escarmiento, disparando el dólar y luego “exportando” los verdes billetes, habrá nuevos capítulos en este culebrón del desatino.
Es sólo cuestión de tiempo.