Por primera vez desde 2015, los mandatarios peronistas se animaron a plantarle cara a la adversidad, a Milei, a Cristina y aún a sus propias contradicciones y discordancias. Es muy poco, pero el kilómetro cero debe estar en algún punto de la ruta. Peor fue su etapa de inmovilidad, que los asfixiaba lentamente.
Simultáneamente, designaron a una especie de “primus inter pares” interino, que será Axel Kicillof. El gobernador bonaerense deberá de ahora en más comenzar a construir su proyecto, proceso que transcurrirá bajo el atento escrutinio de sus colegas. Él es, hoy por hoy, el candidato que deberá encabezar en 2027 la batalla contra el proyecto libertario.
Por esta misma razón -los gobernadores se reunieron el martes 16 de este mes, en la Casa de La Pampa en Buenos Aires-, Kicillof anunció una semana después, este lunes 22 de diciembre en Ensenada, el lanzamiento nacional del Movimiento Derecho al Futuro, expresando en su declaración fundacional que “este movimiento nació desde el peronismo, pero tenemos claro que no alcanza sólo con el peronismo ni con la provincia de Buenos Aires. Tenemos que representar un horizonte de esperanza y justicia. Hay que construir una alternativa nacional para sacar adelante a la Argentina”.
Los mandatarios reunidos fueron Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Elías Suárez (Santiago del Estero) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Estuvieron acompañados además por los legisladores de sus provincias. Participaron por La Rioja los diputados Sergio Casas, Gabriela Pedrali, Silvia Aguirre y los senadores María Florencia López y Jesús Rejal; por Santiago del Estero los diputados Jorge Mukdise y José Gómez y el senador Gerardo Zamora y por La Pampa, los diputados Abelardo Ferrán, Varinia Marín, Ariel Rauschenberger y el senador Daniel Bensusán.
Los diputados Luis Basterra y Graciela de la Rosa acompañaron al gobernador formoseño Gildo Insfrán, mientras que el diputado Agustín Tita llegó al encuentro desde Tierra del Fuego. Los diputados Santiago Cafiero, Victoria Tolosa Paz, Juan Marino, Hugo Moyano (h), Hugo Yasky y Jorge Taiana, por su parte, acompañaron a Kicillof.
Por el momento, de todos modos, el incipiente armado no tendrá proyección electoral. Intentarán no repetir la experiencia 2015, cuando el peronismo armó el Frente de Todos, una lista sin sustancia política, sólo para ir contra Macri. El inevitable naufragio sirvió como una advertencia a futuro acerca de lo que no se debe hacer. El Frente de Todos terminó siendo el Frente de Nadie.
Cristina se aleja
El último intento de Cristina Fernández de Kirchner para empaparse en peronismo ocurrió el 11 de diciembre de 2024, apenas un año atrás, cuando asumió la presidencia del Partido Justicialista, con la estruendosa ausencia de Kicillof y de todos los demás gobernadores. Los mismos que ahora intentan reconstruir, aunque sea, la maquinaria electoral. En una palabra, es la primera vez que la máxima autoridad partidaria peronista carecía de poder territorial, una condición que se profundizó en el año que pasó.
Por otra parte, la dispersión y la crisis de identidad del peronismo siguen estando en el mismo lugar que un año atrás y que en el día de ayer. Las nuevas canciones que reclamó Kicillof hace un tiempo aún no fueron cantadas y nada hace suponer que el peronismo esté en camino hacia ese objetivo. La degradación política que implican las nuevas prácticas que están siendo aplicadas por muchos políticos de hoy -incluidos algunos gobernadores- no cesan de sumir en la confusión a los argentinos.
Un desesperado reclamo de fondos
Estos gobernadores, hoy acosados por la desfinanciación en la que están sumidos, saben que tienen poca influencia sobre el bloque Unión por la Patria, por lo que deberán sortear muchas dificultades para resistir desde el Congreso a la creciente falta de fondos. ¿Una muestra? Este lunes asumieron los nuevos integrantes de la Auditoría General de la Nación. El representante del peronismo, Juan Ignacio Forlón, responde a Máximo Kirchner, precisamente uno de los que fue desinvitado a la reunión en la Casa de La Pampa.
La nueva Liga de Gobernadores, que en otros tiempos ejerció un gran poder, hoy disminuido, pero en reconstrucción, buscará además mecanismos compensatorios para suplir la reducción del Impuesto a las Ganancias, que suma para ellos alrededor de 1.700 millones de dólares al año. Esta suma, que antes se coparticipaba, será la que los empleadores depositarán en la Bolsa de Valores para conformar el Fondo de Asistencia Laboral (FAL), que estará destinada a las indemnizaciones de los despedidos, que en estos tiempos de crisis se multiplicarán.
Para pelear el tema, los mandatarios peronistas hablarán con sus colegas, el tucumano Osvaldo Jaldo, el catamarqueño Raúl Jalil y el salteño Gustavo Sáenz. Si bien éstos son considerados “dialoguistas” -quizás demasiado “condescendientes” con la administración libertaria-, los puentes entre todos ellos nunca estuvieron cortados. Siempre dialogaron y llegaron a acuerdos.
El otro tema que trataron en la reunión, en la que también se habló de política, es el suspendido tratamiento del proyecto de distribución del impuesto a los combustibles, que no fue tratado como estaba previsto en la sesión del nueve de octubre último.
El cebo de la rabia
Entretanto, la Argentina se enferma de rabia.
¿A quién se le ocurre constituirse en el abanderado de la antipolítica mientras hace política? ¿A quién se le ocurre, mientras ejerce la investidura presidencial, recomendar al público, casi como si fuera un acto oficial, que corra a comprar una meme-coin, ya que “este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”? ¿A quién se le ocurre mandar una ley al Congreso sin aceptar ninguna sugerencia de modificaciones y luego, cuando su aprobación fracasa, llamar a los diputados/as “mandriles” e “hijos/as de p…” y luego enviarlos/as -en un culto castellano antiguo- “a la c…… de su madre”?
Esas pequeñas bajezas -algunas no tan pequeñas- son el pan cotidiano de la política. Tal es así que una votación propuesta por Oxford University Press al público acerca de cuál era el término que mejor definía las tendencias en Internet en 2025, resultó en la elección de “rage bait”, que significa “cebo de rabia”.
El término desnudó la manera en que la provocación y la manipulación emocional son el pan cotidiano de las redes, en las que se intenta generar en los demás la rabia, la ira y la indignación para vender contenidos. Los insultos de Javier Milei venden. Podrán ser gestos de mala educación, pero venden. Acaricia el algoritmo, lo acerca a la viralidad. La provocación es la antesala de la violencia, que en estos días no genera riesgos para el que la ejerce. En otros tiempos, un sopapo en la nariz calmaba súbitamente a los matones. Hoy, insultan y prepotean desde las pantallas sin recibir una justa devolución, preferentemente no violenta, por supuesto.
Al mismo tiempo, los vendedores de quimeras provocan un constante malestar en sus consumidores. Antes -quizás en la prehistoria-, la publicidad vendía felicidad, futuro. Hombres atractivos, mujeres con sex-apeal, paisajes agrestes y hermosos vendían perfumes, cigarrillos y jabones para disfrutar de la vida. En una palabra, ofrecían paraísos artificiales. Hoy se vende el infierno diciéndole a la gente que es el cielo. Y los manipulados, envenenados, indignados, rabiosos, furiosos, se tiran de cabeza a esas piletas sin agua, ni fondo, entonces caen, giran, se ciegan, se ignoran y terminan entregándose a un mesías que es, en realidad, Satanás. Luzbel es el pasado, pero Lucifer es el presente, para el que conoce la historia del ángel caído.
No hay salvación del alma. Las almas están comprando electrónica en Miami, como hace 45 años. “Déme dos”. “Me lo llevo”. “Es una ganga”. La dictadura nunca se fue del todo. Algunos perpetradores están presos, pero su herencia sigue estando liberada, más libertaria que nunca.
