Julián Domínguez le bajó el tono a la confrontación con el campo

Julián Domínguez le bajó el tono a la confrontación con el campo

El ministro de Agricultura evitó cuestionar a los manifestantes del tractorazo en CABA.


El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que forma parte de la comitiva oficial del Gobierno Argentino en Israel, buscó bajar el tono a la confrontación con el sector del campo, mientras toma distancia del proyecto de ley que intentará gravar por única vez a los sectores que recibieron una renta extraordinaria por la guerra en Ucrania.

En diálogo con periodistas en el lobby del hotel donde se hospeda en Tel Aviv, en el marco de la gira que organizó su par de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del área agropecuaria evitó profundizar la discusión que escala desde que se anunció el proyecto de “renta inesperada” al sostener: “No voy a emitir opiniones sobre la marcha, cada uno va a donde quiere ir. No hablo sobre las características de una manifestación”.

Sin embargo, en contraste con la postura de la Presidencia, Domínguez eludió responder las declaraciones de Luis Etchevehere, exministro de Agricultura de Mauricio Macri y expresidente de la SRA, quien vinculó los futuros gravámenes al sector productivo con la resolución 125, y sostuvo que el tractorazo fue “la rebelión de un sector que permanentemente recibe ataques”.

En cambio, el ministro rehusó vincular la marcha con motivaciones políticas partidarias. E incluso tomó distancia de la ley de “renta inesperada” que anunciaron Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, el lunes pasado.

Ante una consulta de Infobae sobre el reclamo en contra del eventual futuro gravamen anunciado en la Casa Rosada, Domínguez ratificó lo que había adelantado días atrás: que “ningún productor” tiene ganancias suficientes para considerar que pueda ser afectado por ese impuesto. Pero se distanció del diseño de la iniciativa.

Dominguez indicó: “No conozco el proyecto. No se conoce. Es un enunciado”, sostuvo, sin abundar sobre el motivo por el cual no formó parte del armado que afectaría a los sectores productivos concentrados, en su calidad de titular de la cartera agropecuaria.

Y agregó: “No hablo de lo que no me corresponde, no se están planteando cosas técnicas que nos incumban”, insistió, y dejó la pelota en la cancha de su colega del Gabinete. De todas formas, aunque a grandes rasgos, deslizó que “como cristiano y peronista” está a favor “de que el Estado intervenga para ayudar a los que menos tienen”.

Los grupos que protestaron no descartan redoblar la apuesta en los próximos días. Principalmente rechazan la presión impositiva y la intervención del Gobierno en los mercados de granos y carne, entre otras reivindicaciones. Según los ruralistas, buscan dar mayor visibilidad a demandas como la eliminación de las retenciones, una mayor transparencia y el correcto funcionamiento de las instituciones.

Domínguez remarcó, insistentemente, que “hay diálogo permanente y buena convivencia para cuidar al productor” con las entidades, y mencionó a la Confederación Rural Argentina, a Coninagro y a la Sociedad Rural.

Inclusive enumeró una serie de gestiones que pusieron en práctica, según dijo, de manera consensuada, como el fondo de emergencia para Corrientes por los recientes incendios -con una línea de crédito del Banco Nación-; la creación de una mesa política para lidiar con el aumento de los precios internacionales de los combustibles; y las gestiones para “garantizar” la provisión de fertilizantes, uno de los temas que más preocupa a los productores.

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