La directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, brindó este jueves una conferencia de prensa en Washington, en la que afirmó que el staff del organismo y los funcionarios argentinos continúan trabajando “fuerte y muy estrechamente” para adecuar el programa de facilidades extendidas con la Argentina.
En ese sentido, Kosack reiteró que se buscan “alternativas para fortalecer” el programa, tras el impacto negativo que tuvo la sequía sobre la economía argentina. Además ponderó el canje de deuda que realizó el Gobierno, entre las iniciativas para afrontar la coyuntura.
Al respecto, sostuvo que “celebramos los esfuerzos de las autoridades para reducir los riesgos de renovación de la deuda externa y al mismo tiempo asegurando que estas operaciones que se llevan a cabo protejan la sustentabilidad de la deuda y que no contribuya a vulnerabilidades en el futuro” y precisó que “son parte de nuestras conversaciones con las autoridades”.
La funcionaria del fondo aseguró que “los equipos continúan trabajando constructivamente. Las discusiones son frecuentes y apuntan a avanzar el programa. Y comunicaremos más cuando tengamos mayores detalles Los equipos han estado trabajando muy duro juntos. La situación en Argentina es muy compleja”.
A su vez, respecto a esos propósitos indicó que “cada uno de ellos son esenciales para reducir la inflación y, en última instancia, proteger a los miembros más vulnerables de la sociedad, que a menudo son los más afectados en estos tiempos económicos difíciles”.
Kozack también se refirió a la propuesta de un grupo de economistas, entre ellos los argentinos Pablo Guidotti y Guillermo Calvo, para que los países como la Argentina -que incumplen en forma sistemática sus programas- no firmen un nuevo acuerdo, sino que se les posterguen los vencimientos con una tasa mayor que al resto de los países.
“La estamos analizando, pero en general cuando pensamos en la situación reciente y las dificultades de los últimos años el FMI, respondió de la manea ágil. De hecho, aprobamos 300 mil millones de dólares en financiamiento para nuestros países miembros”, indicó, al descartarla en forma bastante contundente.