El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó el lunes que la Argentina crecerá en 2023 un 2%, menos que el año pasado, que creció un 4,6%.
En una actualización de su Informe de Perspectivas Globales (WEO, por sus siglas en inglés), el Fondo se enfoca en analizar el crecimiento de las principales economías del mundo. Prevén un PBI mundial débil para 2023, de un 2,9%, por el impacto de la guerra en Ucrania, los rebrotes de Covid en China y la inflación, aunque la inflación global ha comenzado a ceder.
A pesar de que en el último semestre las condiciones se vienen suavizando, el FMI advierte sobre riesgos que aún pueden afectar el crecimiento global.
Si bien el informe global no presentó la situación en la Argentina proyectaron que nuestro país crecerá un 2% en 2023, una caída respecto del PBI del 2022 que fue de 4,6%
El economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, realizó una conferencia de prensa y observó que el año pasado actualizó el crecimiento de 0,5% a 4,6%” Asimismo, explicó que “eso se debió a una actividad manufacturera y minorista más fuerte de lo esperado en la economía”.
A continuación, el economista detalló que “para este año se espera una desaceleración, por lo que se proyecta que en 2023 la Argentina crecerá un 2%”. “No hicimos ninguna modificación desde nuestra revisión anterior en octubre de 2022”, aseguró.
A su criterio, ese porcentaje de crecimiento se debe a una “combinación de dos factores: un freno en la economía mundial que también se dará en la Argentina y las políticas restrictivas aplicadas en el plano fiscal y monetario para manejar la inflación elevada, que el año pasado estuvo cerca del 100%”
Además, ocurrió que “es muy importante que las metas de políticas del programa con el FMI se alcancen, tanto en el lado fiscal como el monetario, que ayudarán a anclar la inflación hacia adelante y estabilizar la economía del país”.
El mensaje del FMI es bien claro: el Gobierno deberá atravesar el año electoral en un contexto de freno económico y ese freno proviene del ajuste surgido del acuerdo con el organismo.
Y allí reside el centro de la interna que atraviesa la administración de Alberto Fernández, puesta en evidencia tras las declaraciones de Máximo Kirchner del fin de semana.