Desde que estalló el boom de internet, vivimos en la Era de la Comunicación. Las noticias dan la vuelta al mundo en segundos y la información viaja por las redes a la velocidad de la luz. Incluso, los gobiernos transmiten sus acciones en directo, ?en tiempo real?.
Pero, en esta etapa de comunicaciones urgentes, en Buenos Aires sobrevive un anacronismo, un resabio propio de la época remota de la radio Spika y de aquellas rudimentarias computadoras Commodore 64. Existe una morosidad misteriosa en el Boletín Oficial, en el que, no se sabe por qué, durante 2011 se vienen publicando habitualmente disposiciones administrativas que poseen, en ocasiones, hasta dos años de antigüedad. ¿Será para no levantar la perdiz?
¡Qué malpensados somos!
Entre ellas, existe un expediente, que lleva el número 34.217/09, que contiene la disposición Nº 643/DGIUR/09, firmada el 24 de julio de 2009, pero publicada en el Boletín Oficial del 19 de mayo de 2011.
Módena no es sólo una ciudad de Italia
En este documento, los concesionarios del local habilitado para funcionar como ?restaurante, cantina, casa de lunch, café, bar, despacho de bebidas, whiskería, cervecería, confitería, auditorio, sala de espectáculos?, situado en avenida Figueroa Alcorta 2270, solicitaron una ampliación de la superficie del recinto para incorporar a las actividades mencionadas un ?Local de Baile Clase C?.
El director de Interpretación Urbanística, Antonio Ledesma, que responde al subsecretario de Planeamiento porteño, Héctor Lostri, dispuso finalmente, después de analizar diversos informes y dictámenes emitidos con anterioridad por su repartición, incluso varios años antes, la autorización para que el salón de baile funcione en el lugar, que queda frente a la Facultad de Derecho.
Para desarrollar las actividades danzantes, se limitó ese uso al 20 por ciento de la superficie del bar que la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes entregó en concesión a la empresa Módena Auto Sport SA el 6 de julio de 2004. El restaurante actualmente en funcionamiento tiene una extensión de 1.164,64 metros cuadrados, por lo que se podrían destinar a la actividad bailable unos 232 metros.
Pero las instalaciones del bar Módena, así como la entidad madre, que es el Museo Nacional de Bellas Artes, están ubicadas en un predio catalogado como Urbanización Parque, por lo que algunas cláusulas de la Disposición Nº 643/DGIUR/09, que autorizó el funcionamiento del local bailable, son, como mínimo, opinables, llegando algunas interpretaciones de las leyes que regulan el Código de Planeamiento Urbano hasta el propio límite de su objetivo.
En el expediente se alude a dos dictámenes del Área Técnica de la Dirección General de Interpretación Urbanística. El que lleva el número 1.672/09 versa sobre la documentación que adjuntó la Asociación y el concesionario, que contiene la habilitación otorgada por el Gobierno porteño en 2004, que les permite la utilización de la planta baja para la actividad gastronómica y para un auditórium con capacidad para 238 personas.
El otro informe, que lleva el número 4.741/05, es el que otorgó la localización de los interminables rubros gastronómicos, ?siempre y cuando no se amplíen las construcciones existentes?.
Luego, en una interpretación urbanística algo abstrusa, el funcionario que firma la disposición expresa que ?se contempló las actividades de esparcimiento que se desarrollaban en el predio, teniendo en cuenta que un auditorio y una sala de espectáculos son lugares en los que se puede plantear tranquilamente la actividad de bailar (¿?)?.
Esto es lo mismo que decir que en un gimnasio en el que se desarrollan actividades recreativas que incluyen música se puede autorizar a desarrollar una actividad bailable los fines de semana, porque los saltos gimnásticos podrían ser algo similar a los pasos de baile.
Diferentes parámetros
Después de Cromañón, el Gobierno porteño, contrariando su casi absoluta flexibilidad anterior, se pasó al extremo de la ultraexigencia y clausuró cientos de locales bailables y de lugares en los que se realizaban recitales, entre ellos, muchos ubicados en clubes de barrio.
Para volver a ser habilitados, a algunos de esos clubes el Gobierno porteño les exigió encarar obras de importancia, en tanto que otros jamás volvieron a albergar fiestas y recitales en sus instalaciones.
Los locales que sacaron ventaja para conseguir las habilitaciones correspondientes fueron los que tienen un objetivo comercial, que cuentan con capital excedente para invertir en la satisfacción de las nuevas exigencias, contrariamente a los que tienen un fin social y comunitario, que por falta de adaptación ?y de dinero? quedaron fuera del circuito.
El director general de Interpretación Urbanística, de todos modos, exigió, con atenuada severidad, a ?los interesados que lo autorizado en el Artículo 1º caducará de pleno derecho en el caso que se transfiera el fondo de comercio?.
No conforme
Existe una figura legal que, en el área de los usos comerciales permitidos según la nomenclatura urbana, tipifica a las actividades que se desarrollan en una zona en la que no están permitidas y que se las permite excepcionalmente. Para que se la califique de esta manera, el Estado porteño debe haber autorizado esa actividad anteriormente.
Se llama ?uso no conforme? y se utiliza cuando, después de autorizada una actividad en un lugar, se cambió la zonificación o nuevas reglas de juego la prohíben en esa zona. Para no perjudicar una actividad económica que ya existía, se le puede permitir que siga funcionando bajo la figura del ?uso no conforme?.
Sin embargo, éste no sería el caso de Módena, ya que la actividad que se le quiere dar a la ampliación que se le hizo no debería haber sido autorizada porque el bar está situado en una zona previamente tipificada como Urbanización Parque. Claro que al ya haber sido habilitada por el GCBA, si el Estado porteño decidiera dar marcha atrás y prohibir el funcionamiento de la actividad bailable, el concesionario podría iniciar acciones legales, reclamando por el cambio en las reglas de juego.
¿Será ésta la razón, la de los hechos consumados, de esta insólita demora en la publicación de las resoluciones gubernamentales en el Boletín Oficial?