La aparición de un caso de rabia en un animal doméstico en la Ciudad por primera vez en 27 años encendió las alarmas de las autoridades sanitarias porteñas. El caso demostró que la enfermedad, que muchos creen erradicada, en realidad sigue latente y que la despreocupación de los dueños de aquellos animales domésticos que no reciben periódicamente la vacuna que la contrarresta (casi un 30 por ciento) es lo que le da oportunidad de llegar a los ciudadanos, como de hecho ocurrió.
El portador era un gato llamado Sasha, mascota de una familia de la zona de Caballito y Almagro, que falleció presentando síntomas de la enfermedad y después de morder a su dueño, a los padres del chico y a su veterinario. Un análisis del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur confirmó los temores: el gato estaba enfermo. Las cuatro personas mordidas debieron ser llevadas a observación y sometidas a un tratamiento que evite el contagio.
Con el fin de evitar una mayor propagación de los casos, el gobierno de la Ciudad inició el fin de semana último, en la zona donde fue detectado el caso, una campaña con el fin de vacunar a aquellos animales que no tengan las vacunas al día. Mientras tanto se espera el resultado para saber de donde pudo contraer la enfermedad Sasha para ubicar un posible foco de infección de rabia la cual, una vez contraída por el hombre, puede resultar en la muerte.
Con la aparición de este caso, el ex diputado macrista Mario Morando aprovechó para recordar que el proyecto para la ley de Tenencia Responsable de Caninos y Felinos presentado por él mismo junto al ex ministro Juan Manuel Velasco en la Legislatura en 2006, sigue pendiente para ser discutido. La misma prevé la creación del registro de Tenedores Responsable, la identificación obligatoria de los animales mediante una chapa y un tatuaje o chip y la creación de un Registro de Paseadores verdaderamente efectivo. "Resulta inadmisible que hoy, frente a la falta de identificación del animal y su dueño, un funcionario no esté en condiciones efectivas de exigir la constancia de vacunación antirrábica, a pesar de ser dicha vacunación formalmente obligatoria" dijo Morando.
