"Lo que quiero es ver preso a quién mató a mi hijo. Pido justicia. Dono los órganos de mi hijo, porque mucha gente lo necesita", expresó este miércoles Timoteo Mamani, padre de Beimar, el joven boliviano que falleció el pasado martes, luego de que fuera golpeado por los patovicas de "Fantástico bailable". Su familia donó los órganos y cortaron, ésta mañana las calles Cruz y Perito Moreno del Bajo Flores para reclamar justicia.
El destino previsto para el hígado será un receptor de un hospital privado porteño, los riñones quedarán a la espera de un demandante y las válvulas cardíacas tendrán por destino el Banco de Tejidos del Hospital Garraham. Mamani falleció tras permanecer internado cuatro días en la unidad de Terapia Intensiva del Hospital de Parque de los Patricios, en el que fue operado debido a un traumatismo de cráneo derivado de la golpiza y que le había causado un coma profundo del que no se recuperó.
Por otro lado, en diálogo con la agencia Telam, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, calificó a los agresores de "bestias", y sostuvo: "La policía identificó y detuvo a los agresores. En Argentina no hay lugar para la xenofobia y la discriminación". Por su parte, el padre de Beimar, Timoteo Mamani, afirmó al programa "Desayuno continental", de Radio Continental: "Hay testigos que vieron quién lo golpeó. Hace 14 años que vivo en Argentina. El trabajaba y tenía dos hijos chiquititos".
Ayer, el boliche ubicado en Rivadavia y Billinghurst fue clausurado, luego de que la familia se presentara, junto con vicecónsul de Bolivia, Bruno Guzmán Solíz, ante la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini, quien se comprometió a iniciar una investigación.
