Crisis política del FdT: Alberto elige el silencio ante las críticas de CFK

Crisis política del FdT: Alberto elige el silencio ante las críticas de CFK

El Presidente se mantiene firme en “gobernar” sin continuar el diálogo público con la Vicepresidenta y sus alfiles.


En medio de los tironeos internos con el kirchnerismo, Alberto Fernández sigue fiel a su estrategia de quedarse en silencio ante las embestidas de la Vicepresidenta, y en esa tesitura se mantendrá por tiempo indefinido.

A pesar de los aguijoneos del kirchnerismo, que ayer se redoblaron con la arremetida del secretario de Comercio, Roberto Feletti, contra el ministro de Economía, Martín Guzmán; y aunque sus propio círculo le pida que “se plante”, la única respuesta del jefe de Estado será la gestión en torno a la provisión de energía y la contención de los precios de los alimentos.

Sus principales alfiles, su hijo Máximo; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof , y el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti, que culpó a Guzmán por la inflación, se encargaron de reiterar los cuestionamientos en público contra la gestión presidencial.

Los tres dispararon con indicaciones, aunque vagas, sobre cómo debería llevarse a cabo la gestión de gobierno. “La semana que viene se va a conocer la inflación. Será muy duro. Es compleja la situación que nos toca pasar. Tenemos que tener la inteligencia y la voluntad suficiente para defender a nuestro pueblo”, fue la última declaración del diputado nacional Máximo Kirchner, también presidente del PJ bonaerense, durante la ceremonia de jura las nuevas autoridades partidarios en Merlo.

Según las fuentes consultadas por Infobae, a pesar de las presiones, en el despacho del Presidente la decisión ya está tomada, al menos por ahora: no habrá respuestas políticas en actos, ni en entrevistas con medios afines o críticos. La única réplica, aseguran muy cerca de Alberto Fernández, será “la gestión”.

Durante los últimos días nadie en el “albertismo” salió a rebatir los comentarios irónicos de Cristina y Máximo Kirchner y de Kicillof. Ministros, legisladores e intendentes afines se mantuvieron en el molde en sus redes, y si hablaron, lo hicieron con cautela.

“Debemos actuar como Frente de Todos, no lastimar la figura presidencial. No podemos poner en crisis al Gobierno”, dijo anteayer, conciliadora, la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, mano derecha del Presidente, durante una entrevista con el programa Desiguales, en la TV Pública.

En la Casa Rosada señalan que las críticas del kirchnerismo afectan también a sus propios funcionarios. “Tienen Interior (Wado de Pedro), el PAMI (Luana Volnovich), la Anses (Fernanda Raverta), la secretaría de Comercio (Feletti), la secretaría de Energía (Darío Martínez y Federico Basualdo), YPF (Pablo González) y Justicia (Martín Soria). Todas áreas sensibles y con el mayor presupuesto. Y dicen que no están conformes, pero le echan la culpa al Presidente. Deberían admitir que no están conformes consigo mismos”, lanzó un dirigente desde un alto cargo.

Las voces en el entorno de Alberto Fernández, sin embargo, no son unánimes. Algunos pesos pesados de su círculo creen que la situación de la coalición es crítica, consideran que la unidad directamente no existe, y alertan que Cristina Kirchner puede estar creando “un gobierno paralelo”.

Ponen como ejemplos algunas señales políticas de la vicepresidenta durante las últimas semanas: su reivindicado encuentro con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley; los viajes de su ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, a Madrid y a Roma -donde hubo algunos esfuerzos, aunque sin éxito, de reunirse con el Papa-, y su próxima visita a Jerusalén, a fines de abril; y así como la presentación en el Congreso de una ley de blanqueo de capitales para contribuir a cancelar la deuda externa, el tema más importante de la agenda del Presidente, y el otorgamiento de un aumento, el primero hasta ahora, a estatales, que otorgó la Vice a empleados legislativos en otro acto donde se mostró junto a Sergio Massa. También ponen en la lista el mítin, por fuera de la agenda oficial de Alberto Fernández, también en el Senado, con Arce y su comitiva.

Los funcionarios de su riñón, algunos gobernadores y representantes del sindicalismo y los movimientos sociales cercanos al Presidente, esperan que “active” el armado de una fuerza propia.

Una fuente con llegada a Balcarce 50 le dijo a Infobae: “Todos estamos esperando que haga algo. Pero depende de él y de su forma de pensar. No lo hizo antes, y no hay nada que indique que lo vaya a hacer ahora. Si no toma impulso ahora, hay varios que se van a empezar a correr”.

La provisión de energía para la producción y la calefacción en el invierno, y la baja de los precios -especialmente de los alimentos- serán los principales caballitos de batalla de Alberto Fernández ante las embestidas del kirchnerismo.

El éxito de la respuesta de Alberto Fernández dependerá de los resultados que pueda exhibir. Si la inflación continúa disparándose y hay faltantes de combustible, podría empeorar aún más el panorama de la coalición de gobierno frente a los -ya sistemáticos- asaltos del kirchnerismo que, todos en el Gobierno coinciden, causan un daño flagrante en la imagen del Presidente.

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