"Cuando acepté acompañar a Daniel Scioli en la fórmula para el Gobierno de la Ciudad, lo hice por mi firme convicción en la necesidad de construir la unidad del peronismo porteño y todos juntos abrirnos hacia la comunidad en un proyecto estratégico de desarrollo, trabajo y eficiencia para el pueblo de la Ciudad.
En las circunstancias actuales y ante el cambio de conducta de Daniel Scioli, mantengo mi convicción, pero el cargo para el que fui elegida, en las internas del domingo 23 de febrero, lo pondré oportunamente a disposición de las autoridades de mi Partido, legítimamente constituidas.
Daniel Scioli ha tomado una decisión que nos afecta a todos los porteños. Es una decisión personal e institucional, que respeto en mi amigo, pero que no comparto políticamente, en tanto defrauda las expectativas generadas en la Ciudad, convalidadas en las urnas, y los compromisos contraídos con la dirigencia y la militancia política, social y gremial.
Comparto el mismo sentimiento de pérdida de todos los compañeros, mayor aún al desarmarse la fórmula que integrábamos, químicamente complementaria, creo que eficaz para la etapa que debíamos recorrer.
Queda como saldo positivo haber normalizado el Partido Justicialista de la Ciudad y haber demostrado la viabilidad de un peronismo unificado en pos de un proyecto válido y planteado en positivo.
Sólo el paso del tiempo nos mostrará cuáles fueron los errores y quiénes los responsables que llevaron a esta situación, de la cual saldremos, como siempre lo ha hecho el peronismo, para adelante.
Mi lealtad a la militancia peronista y a la defensa de los derechos humanos es inquebrantable. Seguiré en mi tarea legislativa y jurídica al servicio de la unidad, de la transversalidad, de la vigencia del derecho y de las instituciones democráticas, con la coherencia y la seriedad con las que afronté siempre las responsabilidades políticas".