La decisión legislativa de adherir a la ley nacional 26.567, que prohíbe el expendio de medicamentos fuera de las farmacias fue aprobada esta noche en la Legislatura de la Ciudad en medio de una batalla de declaraciones polémicas y un fuerte lobby empresarial en el accionar legislativo.
Tras un tenso debate, prosperó la propuesta impulsada por la oposición legislativa (Encuentro Popular para la Victoria, Solidaridad e Igualdad, UCR, Proyecto Sur, Unión Federal, Coalición Cívica y Peronista) que se impuso con 32 votos afirmativos, 21 negativos (del oficialismo) y 1 abstención (Oscar Moscariello), en general.
La ley -a la que la Ciudad adherirá de ser ratificada la decisión de la Legislatura porteña por el Poder Ejecutivo-, fue sancionada en octubre de 2010 por el Congreso Nacional y prohíbe la comercialización de medicamentos de venta libre fuera del ámbito de las farmacias, modificando el decreto firmado por Carlos Saúl Menem que autorizaba la venta de estos productos en diversos establecimientos (kuioscos, supermercados, etc). La venta de medicamentos exclusivamente en farmacias ya había sido tratada meses atrás en la Comisión de Salud con despacho, pero la presentación de una iniciativa vinculada con el tema por parte del macrismo, reabrió el debate.
Con la autoría de Helio Rebot y Alejandro García, el PRO proponía la creación de un régimen de comercialización de medicamentos el cual en su artículo 4º planteaba que ?la venta y despacho de especialidades medicinales denominadas de venta libre también estará permitida en kioscos y maxiquioscos (conforme capítulo 14 sección 4.2.14 del Código de Habilitaciones y demás legislación vigente) así como en otros establecimientos además de farmacias habilitadas, siempre y cuando cumplan con los requisitos para comercializar productos alimentarios para consumo humano?.
Dos cuestiones de privilegio presentadas por el PRO como estrategia para poder expresarse sobre el debate que ya estaba cerrado, un fuerte cruce de acusaciones entre Juan Cabandié, presidente del bloque K, y varias alusiones al legislador Helio Rebot (PRO) quien fue colérico en su respuesta, precedió a la puesta en votación del despacho de mayoría que finalmente fue aprobado.
Ruben Campos (UCR), uno de los autores de la norma aprobada, expresó su beneplácito por la sanción: "Vuelve la racionalidad en el uso de los medicamentos y su manipulación estará en manos de los profesionales farmacéuticos formados para esto". "Significa que disminuyen los riesgos del uso indiscriminado de medicamentos, y por sobre todas las cosas se genera un cambio conceptual en la política neoliberal de la década de los 90 que impuso la venta libre en todas partes. Los remedios deben venderse con responsabilidad, por gente capacitada. Este proyecto protege al consumidor y dignifica el trabajo de los jóvenes estudiantes de la carrera farmacéutica", resaltó.
El único artículo que tenía la ley de adhesión fue aprobado con 31 votos afirmativos y 2 abstenciones (PRO). El resto del bloque PRO se había retirado de sus bancas.