Una cena de "tranversalidad peronista"

Una cena de "tranversalidad peronista"

Rarezas de una cena que juntó a dirigentes peronistas enfrentados, como los alineados con Alberto Fernández y la conducción actual del PJ Capital, presidida por Miguel Ángel Toma. Incluso estuvieron dirigentes ligados al armado porteño del ministro Julio De Vido. No se quedaron afuera el canciller Rafael Bielsa ni el vicejefe Jorge Telerman ni el vicepresidente Daniel Scioli, todos altos funcionarios con proyectos políticos en la Ciudad


Un amplio arco de peronistas de la Capital -incluso los que no se quieren nada entre sí- se reunió el jueves a la noche en el Club Vedra, en pleno barrio de Caballito, para festejar los veinte años del Frente de Unidad Peronista (FUP), una tradicional agrupación del peronismo capitalino.

A la medianoche alzaron sus copas, compartieron discursos y brindaron por la "unidad" el legislador Miguel "Pancho" Talento y el dirigente Víctor Pandolfi -alineados con el armado del Alberto Fernández- junto con Andrés Rodríguez, el sindicalista que acompaña a Miguel Toma en la conducción del PJ porteño.

Es sabido que Fernández tiene la mira puesta en la conducción del peronismo capitalino y le está pidiendo al ex funcionario de Menem y Duhalde que dé un paso al costado.

Se conmemoraban los veinte años del FUP, la agrupación que fundaran Eduardo Vaca y Marcos "Tito" Raijer entre otros, hoy representada por Eduardo Rollano, que en las elecciones porteñas jugó para Macri. De hecho, Lucrecia Monti, esposa de Rollano, es diputada nacional electa por la lista del presidente de Boca.

"Digamos, mejor, que entró por el peronismo; ahora está en el Congreso y ya no es de Macri, es peronista", dice mitad en broma, mitad en serio Víctor Pandolfi, metido de lleno en el armado capitalino del jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

EL FUP de Rollano es un extraño mix porque, si bien en Capital apoyó a Macri, a nivel nacional respaldó a Kirchner. "Nosotros fuimos por el apoyo al Presidente", explicó Pandolfi a NOTICIAS URBANAS.

A la hora de los discursos, Rollano no pareció reparar en sutilezas: "La verdadera transversalidad tiene que empezar por casa". Y más adelante, remató: "No es momento de apresuramientos para reorganizar el peronismo de la Capital. Tenemos que encontrar una salida consensuada. El año que viene hay que dedicarse a gobernar".

En la cena peronista, no faltaron las adhesiones del canciller Rafael Bielsa, el vicepresidente Daniel Scioli y el vicejefe porteño Jorge Telerman, todos funcionarios con aspiraciones a suceder a Aníbal Ibarra en la Ciudad.

Hasta el Club Vedra llegaron dirigentes alineados con el ex motonauta, como Javier Mouriño y Alberto Pérez; peronistas-macristas, como el legislador Marcos Peña, y hasta un par de dirigentes ligados a la agrupación porteña del ministro Julio De Vido, Oscar "Gomita" Gómez y Osvaldo Devries.

Los macristas tuvieron el jueves una disyuntiva porque el presidente de Boca hizo una cena en su casa para todos los que lo habían apoyado en la carrera capitalina. Los que optaron por comer con Macri, mandaron adhesiones al Club Vedra.

En el peronismo de la Ciudad hay movidas subterráneas y ninguno quiere quedarse afuera. Quizá por eso la cena peronista reunió a muchos, incluso a los que no se quieren nada.

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