A las nueve de la noche de este jueves 17 de octubre, la Legislatura porteña votó favorablemente la creación del Instituto del Juego, que será un ente descentralizado que administrará, recaudará, controlará, reglamentará y explotará los juegos de azar en la Ciudad de Buenos Aires. El Instituto será, además, la autoridad de aplicación de la Ley Nº 538, y tendrá autonomía técnica y administrativa y también autarquía financiera.
El Instituto será conducido por un directorio de cinco miembros: un presidente y cuatro vocales, que tendrán a su cargo las áreas de Administración, Asuntos Jurídicos, Juegos y Marketing y Financiera. Habrá además un síndico, una unidad de auditoría interna y un órgano de asesoramiento y participación, que estará formado por dos representantes, uno designado por los trabajadores y el otro por la Legislatura.
Estos funcionarios durarán tres años en sus funciones, lo que generó cuestionamientos por parte de algunos diputados, ya que en el plazo de un año, aproximadamente, el actual jefe de Gobierno dejará su cargo.
Los diputados sólo modificaron algunos pocos artículos, entre ellos uno que autorizaba al Instituto a crear juegos de azar. Esa atribución quedó reservada finalmente sólo para el jefe de Gobierno.
En una cláusula transitoria se le instruye al Instituto para que celebre -en un plazo de 90 días, a contar desde la puesta en función de sus autoridades- un convenio con la Lotería Nacional, para que la Ciudad comience a percibir su parte de lo que produce el juego.
La diputada Delia Bisutti -que fue en todo momento una tenaz opositora a la creación del organismo- propuso sobre el final que los funcionarios designados lo fueran sin salario hasta que el Instituto comience a recaudar dinero. Su propuesta fue rechazada.
Pero, más allá de toda disquisición, el verdadero acuerdo, el que destrabó un acuerdo que llevó casi un año diseñar, ocurrió en una reunión aparte en la que se repartieron los cargos. El Frente Grande designará a dos directores, los radicales consiguieron un director y el síndico, en tanto que el Interbloque Porteño y el peronismo sentarán en los sillones a un director cada uno.
