Los días 15 y 16 de este mes, desde las 22, el canal MGM exhibirá la miniserie "Callas-Onassis" que tuvo un costo de producción de más de 25 millones de dólares.La celebrada superproducción esta dirigida por Giorgio Capitani y con las interpretaciones de Luisa Ranieri, Gerard Darman, Serena Autieri, Anna Valle, Sidney Rome, el español Roberto Álvarez y Augusto Zucci.
María Callas, estaba en la cúspide de su carrera y se consideraba una de las mejores cantantes del siglo XX, casada con su manager Giovanni Meneghini, con quien llevaba una muy buena relación pero con muchos años de diferencia.
Fuera de escena, la vida de María Callas fue tan rica y dramática como muchos de los papeles que interpretó. Hasta que llegó a la cima del estrellato internacional y se convirtió en el ídolo del mundo de la ópera, no advirtió las carencias de su vida personal, pues a pesar del cariño que profesaba a su marido, no había conocido aún el verdadero amor.
En septiembre de 1957 conoce a Aristóteles Onassis, armador griego e inmensamente rico en una fiesta en Venecia. Es a partir de 1959, durante un crucero en el yate del magnate “Christina”, al cual fueron invitados el matrimonio Meneghini-Callas, cuando ésta se convierte en amante del armador, finalizando así su matrimonio.
Aristóteles Onassis estaba casado con Athina Mary Livanos, hija del magnate naviero Stavros Livanos; un matrimonio muy conveniente para Onassis ya que aprendió el negocio naviero a costa de Livanos. Con ella tuvo dos hijos, Alexander y Christina, ambos nacidos en Nueva York.
El magnate llevaba una vida disipada a bordo de su yate Christina, en cruceros con invitados alrededor del mundo del espectáculo y la nobleza europea, tales como Sir. Winston Churchill.
Esta época de felicidad coincide con la retirada de María del espectáculo, para quien Onassis fue su gran amor. A partir de entonces y hasta 1962 recortó drásticamente sus apariciones en escena y se concentró en la vida de la jet set internacional como acompañante de Onassis.
Su vida privada y su relación con el empresario griego hicieron que ocupara las portadas de la prensa sensacionalista cuando su carrera estaba prácticamente terminada. En realidad, después de iniciar su relación con Onassis, su carrera entra en una etapa de declive.
En 1964, el director Franco Zeffirelli, su gran amigo, la persuadió para que volviera a los escenarios en una nueva producción; sin embargo esta tortuosa relación sentimental significaría para ella su propia tragedia griega. María lo que más anhela es tener un hijo con Onassis y al quedar embarazada lo pierde al dar a luz, lo que hace que decida enfocarse a su gran amor: Aristóteles, que finalmente decide divorciarse de su esposa para darle gusto.
En 1966, María Callas renunció a su nacionalidad americana y adoptó la griega para así poder anular su matrimonio con Meneghini, pero su deseo de convertirse en esposa de Onassis sufre un giro inesperado cuando el empresario deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María Callas para casarse con Jackie Kennedy en 1969, la viuda del expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy.