Fatala se despidió y partió con rumbo a la felicidad

Fatala se despidió y partió con rumbo a la felicidad

Con una concurrencia de más de mil personas, Abel Fatala fue homenajeado con un asado en el Club Estrellas de Boedo en la noche del miércoles. Rodeado de amigos, de antiguos enemigos, de sindicalistas, antiguos militantes, gente de los organismos de derechos humanos, de vecinos y de funcionarios entrantes y salientes, el ex funcionario se dispone a ingresar a un superente que estaría a punto de crear el ministro Julio De Vido, que estaría a cargo de las obras en las cuencas hídricas del conurbano y de la propia Ciudad de Buenos Aires. Fatala estaba exultante y seguramente no era ajeno a ello el agradecimiento a quienes se propusieron expulsarlo del gobierno porteño, sin cuyo accionar esta oportunidad quizás no se le hubiera presentado


El ex secretario de Obras y Servicios Públicos, Abel Fatala, se despidió de sus amigos, de sus conocidos, de sus vecinos, de los funcionarios y aún hasta de algún antiguo enemigo devenido luego en amigo. La cita fue en el Club Estrellas de Boedo y la excusa un criollo asado, que fue atacado con ferocidad por gente armada de cuchillos y tenedores. Más de mil personas participaron de la despedida.

Hubo vino, gaseosas, asado, vacío y chorizos para agasajar a los comensales, que terminaron con un brindis muy peronista, compuesto por sidra y pan dulce. Amenizó la reunión -el asado se hizo esperar hasta pasadas las diez de la noche- el ex presidente de Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), Héctor Rossi, que con su estilo algo estentóreo y expansivo -emulando a Tarzán cuando intentó salvar a Jane de los cocodrilos- generó lesiones auditivas en gran parte a la concurrencia.

En una nutrida mesa tendida especialmente para los periodistas estuvieron Patricia García -de Ámbito Financiero-, José Ignacio Lladós -de La Nación-, Loli Domínguez -en su nueva función de directiva del Canal 26- y Fernando Riva Zucchelli -director de NOTICIAS URBANAS.

En otra muy animada mesa -en la que se encontraban varios miembros de la "Gloriosa"- movilizaban esta vez sus cubiertos -y sus mandíbulas- Fernando Vaca Narvaja, Gabriel Legarreta y Alberto Braña. Estuvieron presentes además el padre Luis Farinello -que infundió una particular bendición a los presentes-, el nuevo presidente de AUSA, Felipe Nogués, los ex diputados nacionales Darío Alesandro e Irma Parentella, las muy bellas diputadas porteñas Sandra Dosch y Laura Moresi -que se hicieron presentes en compañía de su feo colega Milcíades Peña-, el ex director de tránsito "Pipi" Bilancieri, el ex secretario administrativo de la cartera que ocupaba Fatala, José Luis Calvo -el Mick Jagger argentino- e incluso el jefe de prensa del ex funcionario, Alejandro Tarruella.

Se hicieron presentes también en algún momento la flamante defensora del Pueblo porteño Alicia Pierini y su adjunto Atilio Alimena, el actor Esteban Massari, los ex diputados socialistas Clori Yelicic, Raúl Puy y Fernando Finvarb y su colega Irene López de Castro. También estuvieron Lita Boitano, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas y Julio Morresi, cuyo hijo, Norberto, también fue desaparecido. Juan Manuel Abal Medina, Mariano Mera Figueroa y el sindicalista marítimo Cayo Ayala también se hicieron presentes en el festejo.

Los organizadores del homenaje al funcionario saliente esperaban con ansia la presencia de Raúl "El Colorado" Fernández y de Carlos "Chacho" Álvarez, pero finalmente los muy deseados sólo enviaron sus adhesiones. Lo mismo hizo el superministro Julio De Vido, pero éste además envió al ágape a sus ad-láteres Guillermo Moreno -secretario de Comunicaciones-, Fernando Suárez -presidente de la ONABE- y José López -integrante del gabinete ministerial.

Finalmente, fue el turno de los discursos. Cayo Ayala destacó el compromiso y la militancia de Fatala. Sergio Endrigó, vecino del Arroyo Vega, relató sus enfrentamiento iniciales con Fatala y sus posteriores acuerdos con él cuando las obras comenzaron a avanzar.

En su discurso, Abel Fatala agradeció a los vecinos, a los funcionarios y a los trabajadores por su solidaridad en los momentos difíciles de su gestión. Destacó en particular las jornadas del 24 de enero de 2001, cuando las intensas lluvias y delineó sus principales logros en obras. En lo político, reseñó los principales temas de agenda del presidente Néstor Kirchner, destacando su férrea decisión de producir un cambio en la forma, los contenidos y la realización de la política en la Argentina. Fatala expresó también su confianza en el futuro, tanto de la Ciudad como del país en el contexto de la nueva política de Kirchner, poniendo especial énfasis en los cambios que se observan en la relación con los organismos internacionales, como en el caso del FMI. Por último, tal como al inicio del encuentro, saludó uno por uno a los asistentes recorriendo las 80 mesas instaladas en el club Estrellas de Boedo.

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