A raíz de la emergencia económica los autos de hasta 14.250 pesos no podían sufrir variaciones en el índice que estipula su costo. El año pasado el Gobierno de la Ciudad decidió suspender el congelamiento de precios y quedó reflejado en la sanción de la Ley Tarifaria para el 2005. Como el Ejecutivo no fijó un tope a los posibles aumentos que se producirán a raíz de la inflación, la Legislatura porteña fijó que, en ningún caso, podrán superar el ocho por ciento.
En los fundamentos del proyecto presentado por el diputado Jorge Giorno (Partido de la Ciudad) se establece que "la iniciativa agrega una cláusula transitoria a la Ley Tarifaria que para el ejercicio fiscal 2005 recientemente se sancionara similar a la que rigiera para los períodos 2003 y 2004, limitando el monto a percibir por las Contribuciones de Patentes sobre Vehículos en General a los valores vigentes en el ejercicio anterior".
Según el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura "de los estudios de mercado han surgido valuaciones que producirían incrementos de magnitud en los gravámenes a cargo de los contribuyentes, en razón de que los montos imponibles del corriente ejercicio se hallan limitados a los que rigieran durante los años 2002 y 2003, para aquellos vehículos cuyo valor no superara los 14.250 pesos para el primero de dichos períodos.
Diego Santilli (Juntos por Buenos Aires), vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, explicó: "El tope del ocho por ciento regirá para todos los vehículos patentados en la Ciudad adquiridos hasta el 2004, y que tengan menos de 12 años de antigüedad, dado que estos últimos no abonan impuesto a las patentes. Lo que implica este límite es que, aunque se intente actualizar el valor de un auto en más del ocho por ciento, no podrá aplicarse".
Santilli agregó que "no se ha modificado la alícuota del impuesto, sino que se ha delimitado la suba de las cotizaciones de los autos, para afectar lo menos posible el ingreso de los porteños".
Sin embargo, su compañero de bloque, Mario Morando, sostuvo: "¿Es razonable incrementar el impuesto de patentes vehiculares existiendo superávit fiscal y existiendo una subejecución presupuestaria notable de partidas aprobadas que el Gobierno no llega a gastar? Esta pregunta se contesta sola. Mientras por un lado se premia al contribuyente cumplidor 2004 con un 10 por ciento de descuento, por otro se le incrementa ocho por ciento el impuesto durante 2005, restándole un modesto dos por ciento".
Morando añadió: "El argumento de que si no se establece un tope del ocho por ciento las patentes hubieran subido mucho más es falaz, porque el tope debió establecerse en el cero por ciento. Establecer este tope, es convalidar un aumento del ocho por ciento".
En tanto, la diputada Laura Moresi (Frente Grande) aclaró: "Esto no implica un aumento de las patentes. Como no pusimos ningún tope a la actualización de los autos, algo que todos los años las Compañías de Seguros realizan. Si nosotros dejábamos la Ley Tarifaria sin límites, podría llegar a haber aumentos de hasta el 200 por ciento. Por eso, la izquierda nos acompañaba con esta iniciativa. No entiendo a los diputados que salieron a criticar esto, se ve que no entendieron el proyecto".