Cuestionan irregularidades en el Zoológico de la Ciudad

Cuestionan irregularidades en el Zoológico de la Ciudad

El defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, Antonio Brailovsky, denunció que en la boletería del Zoológico de la Ciudad se niegan a vender las entradas generales, que valen cuatro pesos. La única opción disponible al público sería una promoción que cuesta 7,90. También cuestionó el ineficiente control que el Gobierno porteño realizaría sobre la empresa concesionaria. Por su parte, el legislador porteño Alexis Latendorf denunció la desaparición de todos los libros de una biblioteca pública que funcionaba dentro del Zoológico. Lo mismo habría sucedido con numerosas estatuas, vasijas, rejas y otros elementos de alto valor histórico


A pesar de que la entrada general al Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires según el concesionario cuesta cuatro pesos, el único ticket de ingreso que está disponible al público sería el talón denominado "Pasaporte", una promoción que incluye una serie de atracciones y adicionales, pero que cuesta 7, 90 pesos.

Tal afirmación fue constatada por el defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, Antonio Brailovsky, quien a través de un detallado informe cuestionó ésta y otras irregularidades que estaría cometiendo la empresa concesionaria del Zoológico -la Corporación Interamericana de Entretenimientos (CIE)-, las cuales tampoco estarían siendo debidamente controladas, según Brailovsky, por el Gobierno porteño.

"En los últimos días aparecieron carteles publicitarios en las calles de Buenos Aires que mostraban fotos de animalitos de peluche con precios que oscilan entre los 25 y 35 pesos, contrastadas con fotos de animales de verdad, ofrecidos por el Zoológico, a 7,90 pesos. Con este cartel, parece que la entrada al Zoológico costara 7,90", señaló Brailovsky.

El funcionario explicó que la misma situación ocurre con los carteles que se encuentran a la entrada del zoo: "en el lugar más escondido del cartel aparece el precio real de la entrada -4 pesos-, de un modo deliberadamente confuso", sostuvo el defensor.

"Entonces fuimos al Zoológico en varias oportunidades y pedimos las entradas de 4 cuatro pesos, que en la boletería se negaron a vendernos", acusó Brailovsky, quien afirmó que en una posterior inspección que realizó la Defensoría porteña en el lugar, empleados del Zoológico le confesaron que "en la actualidad ya no se venden entradas a ese precio. Eso era antes".

Por su parte, el legislador porteño Alexis Latendorf (Piquete Socialista) detalló que el canon que el concesionario del Zoo le pagaría al Gobierno de la Ciudad sería, sobre una entrada de 4 pesos, de 0,30 por entrada. "Pero claro, las entradas de cuatro pesos son una entelequia. El concesionario está embuchando 0,50 pesos por entrada cuando dicha cifra debería entrar en las arcas de la Ciudad", acusó el diputado.

Latendorf calificó al dato anterior como uno de los "logros" de la empresa concesionaria de Zoológico, al tiempo que añadió: "pero la pérdida del Estado no termina allí. Es que el contrato de concesión la autoriza a no tributar por lo que ingrese en función de las ventas que se haga dentro del predio ni por los obtenido por publicidad".

A su vez, Braylovsky recordó que, como el servicio está concesionado, el precio de la entrada no lo fija el concesionario "sino el dueño del Zoo, es decir, el Gobierno de la Ciudad". El defensor del Pueblo reveló que al interrogar sobre los problemas a Adolfo Reichemberg, el director general de Concesiones y Privatizaciones porteño y encargado de controlar al Zoológico, éste contestó que "a través de la documentación contable de la empresa se constató la venta de entradas generales", es decir, las de 4 pesos. Lo que equivale a confirmar que dicha entrada sigue existiendo, "aunque ninguno de nosotros haya podido ver ni una sola de ellas", ironizó el mediático legislador.

"Por supuesto que la discusión es más amplia y trasciende los 4 y los 7,90 pesos. El tema de fondo es la responsabilidad del Estado por los bienes públicos que concesionó y que siguen siendo públicos, aunque el Estado se comporte como si los hubiera regalado", remató Brailovsky.

MÁS DENUNCIAS

A través de un informe y de investigaciones propias, el diputado Alexis Latendorf viene denunciando desde hace dos años la desaparición y la destrucción de la biblioteca pública Domingo Faustino Sarmiento que funcionaba dentro del Zoológico, una de las primera bibliotecas sobre biología que existió en el país.

Albergaba más de 10.000 libros pertenecientes a grandes naturistas, los que desaparecieron sin dejar rastro alguno. "El lugar de la biblioteca está ocupado ahora por la gerencia del Zoo. El destino de las obras sería desconocido", indicó el legislador.

Incluso, el diputado elaboró en su momento un proyecto de ley para que el control del Zoológico pasase a manos del Ente Único Regulador de los Servicios Públicos. Pero el proyecto "quedó cajoneado en una Comisión de la Legislatura", se lamentó Latendorf.

Sumado a la de la biblioteca, el legislador porteño también denunció las dudosas desapariciones de seis estatuas y varias vasijas de gran tamaño, varias rejas de altísimo valor histórico, la destrucción del Microambiente Mesopotámico construido por al administración Suárez Lastra y la falta de seis fuentes en cuyos lugares ahora "se encuentran puestos de comida". "La concesión debe dar marcha atrás. Lo de la biblioteca es solo la punta de un gran iceberg. Los concesionarios deben pagar por el desastre que hicieron", disparó finalmente Latendorf.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...