Latinoamérica resiste la pandemia con pocas armas y de distinto modos

Latinoamérica resiste la pandemia con pocas armas y de distinto modos

Es mentira que, como se dijo, que "el mayor foco infeccioso" del Covid-19 esté en el esta parte del mundo. Aún con las cifras de Brasil, que inflan la estadística.

El dantesco espectáculo de las fosas comunes en Brasil.

No hay tregua. Cuando parece que las cosas comienzan a mejorar, que se puede comenzar a retomar algunas de las muchas tareas que el Covid-19 obligó a suspender, regresan las cifras ascendentes de contagios y todo vuelve a empezar de cero.

Un ejemplo: Este domingo 21 de junio, en Uruguay, que es el país sudamericano que menos casos de contagios tuvo, un rebrote de la epidemia entre un grupo de trabajadores de la salud del Departamento 33 Orientales encendió nuevamente las luces de alarma. Allí casi todo está abierto, los negocios trabajan y la gente se mueve con mucha mayor libertad que en otros países, pero ni siquiera esa licencia está permitida frente a este enemigo solapado, que aparece y desaparece en los lugares más inesperados.

En el mundo ya hay 9.003.042 infectados y 469.122 personas fallecidas por la acción del Covid-19, según los números que publica la Universidad Johns Hopkins. Al mismo tiempo, en algunos medios de comunicación se asegura que por estos días que el mayor foco infeccioso se encuentra en Latinoamérica. Pero, cuando se evalúan las cifras, de éstas se desprende nítidamente que no están diciendo la verdad. ¿Racismo estadístico?

Hasta este 22 de junio, en los diez países que conforman Sudamérica fallecieron por causa del Covid-19 sólo 71.646 personas. Paralelamente, existieron 1.773.651 casos de contagios entre los habitantes de los diez países que conforman el continente, que suman unos 421.560.000 seres humanos.

Como no podía ser de otra manera, el país más extenso y poblado, Brasil, lidera la estadística de muertos y contagiados, de la mano irresponsable de Jair Bolsonaro: 1.083.341 casos y 50.591 muertos, una cifra que quedará desactualizada rápidamente en la misma noche de este lunes.

Perú le sigue en la estadística. En el país andino se contagiaron 254.936 personas y perdieron la vida a manos del traicionero virus 8.045 de ellas.

Chile es el tercero en este dudoso cuadro de honor. Allí se contagiaron 242.355 personas, de los cuales murieron 4.479.

Ecuador es el siguiente en los números. Los casos de Covid-19 en ese país sumaron 50.640 personas y fallecieron 4.223.

Luego, se ubica Colombia, adonde existieron 68.835 casos de contagios y murieron 2.353 de ellos.

Argentina se ubica en el sexto lugar, con 42.785 contagiados y 1.011 muertos.

Detrás de estos países, llegan dos naciones que generan en los analistas algunas dudas en cuanto a la fidelidad de sus estadísticas. En Bolivia, se infectaron 24.388 ciudadanos y fallecieron 773. En Venezuela hubo, en cambio, 3.917 contagios y 33 muertos. En ambos casos, estos números se publican tomando en cuenta los números oficiales brindados por los gobiernos.

Entre los países con menos muertes y contagios se encuentran Uruguay y Paraguay. En el país rioplatense se produjeron 1.062 casos de infección y fallecieron 25 personas. En Paraguay, en cambio, se contagiaron 1.392 personas y fallecieron sólo 13.

Latinoamérica es el continente en el que existe la mayor desigualdad social del mundo, sin embargo, las estrategias defensivas que desarrollaron sus empobrecidos habitantes mantuvieron las cifras de muertos y contagiados en trágicos niveles de razonabilidad, porque en una pandemia sólo existen perdedores.

Para el final, es necesario destacar que una crisis humanitaria de este tipo, tal como la estamos viviendo los humanos, exige algo más que lo que brindan cotidianamente los comunicadores. Algunos periodistas deberían pensar mejor lo que dicen, lo que escriben o lo que lanzan al aire. Las cifras de la pandemia en el sur del mundo desmienten casi todos los días a estos comunicadores, pero difícilmente los obliguen a rectificarse. Persistir en la mentira es su oficio.

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