De los seis testigos programados para que prestaran declaración hoy ante la Comisión Investigadora sobre la causa de las escuchas ilegales, cuatro evitaron la presentación mediante distintas justificaciones. Alicia Beatriz Ares de Palacios, esposa del ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge ?Fino? Palacios, argumentó que aún debe presentarse ante la Justicia; Horacio Gallardo y José Luis Rey, ex jueces de Misiones, enviaron sus declaraciones escritas por fax; y Roberto Digón, ex dirigente del Club Boca Juniors, pidió reprogramar su declaración a raíz de un problema médico.
Quién sí concurrió a la Legislatura fue Marie France Peña Luque, quien fue durante 18 años la esposa de Mariano Macri, hermano menor del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. La testigo se despachó durante más de una hora hablando sobre el clan familiar de su ex marido y, si bien dejó traslucir que el espionaje es algo habitual dentro de la familia, aportó pocos datos sobre la causa de las escuchas y mucho más sobre sus diferencias con su ex marido. Algo que luego los diputados del PRO explotaron para indagar sobre sus litigios legales tras la separación.
Peña Luque sí dio detalles sobre las prácticas de seguridad que se aplicaban en el entorno familiar, y de las que fue sujeto mientras vivía en San Pablo. De acuerdo a su declaración, su marido le informó que la empresa de seguridad Ackerman Group, cuyo dueño es ex agente de la CIA, colocaría un automóvil en la puerta de su casa para registrar quienes ingresaban y salían, entre otras medidas destinadas a preservar la seguridad familiar. Aseguró que el espionaje es ?el modus operandi? dentro de la familia y habló sobre sus sospecha de que algunos de los teléfonos que utiliza se encuentran intervenidos al día de hoy. ?Sé que yo fui espiada?, aseguró la mujer que hoy se maneja con cinco celulares distintos, pero aclaró que ?si Mauricio Macri mandó a pinchar los teléfonos de alguien yo no lo sé?.
?Es una familia muy especial. Cada uno de los hermanos se ocupa de lo suyo, salvo cuando se trata de plata, ahí se hacen un bloque. Fuera de eso no son amigos?, detalló antes de agregar que ?yo viví mi propia experiencia con respecto al espionaje. Creo que todavía me siguen?, remarcó y aclaró que grabó material con información a modo de resguardo, ?por si me pasaba algo?.
Si bien se preocupó en aclarar que su presencia en la CI no era para ?ayudar? a ningún interés político, Peña Luque no dudo en decir que ?en esa familia todo lo digitan entre Franco, Mauricio y Mariano. A mi me habían avisado que los Macri eran una mafia?.
En estricta relación a la causa, la ex cuñada del jefe de Gobierno dijo que existía la posibilidad de que haya escuchado el nombre de ?Fino? Palacios pero que Franco (Macri) ?no avalaba de esos temas?. ?Pienso que Sandra está en una disyuntiva complicada. Adora a su marido y a su padre. Después de todo esto no confía en su padre. Lo normal sería imaginar que Sandra le pidió a Leonardo que no venga a la Comisión?, opinó en relación a otro de los testigos que se requerían, el esposo de Sandra Macri.
Como ya suele suceder en las reuniones, el exabrupto del día estuvo protagonizado por el diputado del Pro, Fernando De Andreis, quien luego de esgrimir que la testigo había realizado acciones judiciales que incluían al actual jefe de Gobierno, aludió a los hijos que la declarante tiene con Mariano Macri y disparó el razonable enojo de ella y de otros miembros de la comisión. A esto se plegó el legislador Eduardo Epzstein, que ?harto de que Ritondo me diga cuatro veces que soy un payaso?, se retiró de la comisión casi al mismo momento en que Peña Luque también se preparaba para dejar el recinto.