El clima de la concentración estaba perfectamente definido por la enorme bandera que cubría el escenario montado para la ocasión. Con letras claras y grandes se podía leer lo siguiente: "85 muertos no son nada para la justicia argentina". Definición tajante de los familiares de las víctimas del atentado, de la comunidad judía y de diversas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, que hicieron oír, en la Plaza del Congreso, su bronca ante el fallo del Tribunal Oral, que la semana pasada absolvió a todos los acusados del atentado terrorista ocurrido en 1994. Los dos únicos oradores del acto fueron el periodista Nelson Castro y Luis Czyzewski, de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas, quien perdió a su hija en la voladora de la mutual israelita. Entre los invitados especiales se destacaban el jefe y vice del Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra y Jorge Teleman así como el padre de Axel, Juan Carlos Blumberg
Ante más de tres mil personas, el acto programado en principio para las 18.30, se llenó de voces y comentarios que ponían énfasis en protestar por el fallo dado a conocer la semana pasada. El propio Castro, quien se encargó de detallar el sinfín de preguntas sin respuestas que plagaron la investigación (hasta la ligó el propio Presidente Néstor Kirchner, por el episodio de los cassettes), tuvo tiempo para arremeter contra el discutido fallo.
Por otra parte, también le llovieron críticas al ex Presidente, Carlos Menem, al juez federal que investigó la causa, Juan José Galeano y hasta al ex titular de la DAIA, Rubén Beraja, hombre fuerte de la comunidad en la época de los atentados.
Las máximas autoridades de la AMIA y la DAIA no hablaron en el acto porque querían marcar que el mismo se hacía como un reclamo de toda la sociedad y no sólo de la comunidad judía.
A pesar de ello, el titular de la AMIA, Abraham Kaul, manifestó antes de que comenzara el acto que "la manifestación también apunta contra el sistema judicial que funcionó de manera irregular, ya que después de diez años no hay responsables y la justicia no ha actuado y los representantes del Estado de la década del noventa que tenían que investigar no lo han hecho y seguramente los más golpeados son los familiares, que no pudieron mitigar el dolor".
