Vestido de negro, con la sonrisa de la resiganción asumida, Jorge Telerman subió al escenario principal del Palacio de San Miguel para asumir lo que no quisieron asumir ni su ministra de Derechos Humanos, Gabriela Cerruti, ni su aliada política, Elisa Carrió. Que perdió, que no llegó al ballotage que pronto tendrá que dejar el gobierno.
Ya no quedaban militantes y, cerca de las 23, la murga que musicalizaba el lugar se había ido a dormir. En ese marco, el todavía alcalde porteño habló acompañado por la propia Cerruti y su candidato a vice, Enrique Olivera. "Con el 75 por ciento de las mesas escrutadas, ya hay una tendencia irreversible", aseguró con relación a los casi tres puntos que lo ubican detras de Daniel Filmus.
"Hace un año construimos este espacio político. Esto no es el final, sino el inicio de un camino que vamos a recorrer. Nuestra vocación fue la construcción colectiva de la Ciudad", afirmó Telerman, y agregó: "Lo de hoy fue una demostración cívica del pueblo, y nosotros nos vamos a poner a disposición de las nuevas autoridades para garantizar la gobernabilidad y la transición".
Por otro lado, y con relación a la posición del espacio T de cara a un ballotage ajeno, el jefe de Gobierno expresó: "Somos un espacio diverso, plural. No me parece conveniente decir hoy los pasos a seguir".
Por último, Telerman reconoció que la pelea entre los dos candidatos que en un principio se decían K afectó la elección. "La contundencia de la fórmula Macri – Michetti demostró que la gente no quería una pelea entre dos fuerzas de un mismo sector".