"Dentro de 60 días, días más o días menos, comienza la destrucción del arbolado de la Ciudad de Buenos Aires", anticipó Luis Buchhalter, un vecino que está cansado de que tras año a año se produzcan podas masivas que no contemplan las necesidades de las especies arbóreas. Para colmo, esta temporada de poda estará signada por la autorización del Gobierno porteño de que sean los propios vecinos los que contraten a "podadores matriculados".
Buchhalter le envió sus quejas al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, que a su vez le dirigió la inquietud al secretario de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano, Eduardo Epszteyn, pero el vecino denuncia que jamás se contactaron con él. Tampoco se dignaron a encontrar una solución a este problema el ex secretario de Medio Ambiente, Norberto La Porta -sobre el cual Buchhalter no ahorra en criticas-, y el ex director de Espacios Verdes, José San Martín.
En cambio, desde Comisión de Ecología de la Legislatura le respondieron que había un par de proyectos que contemplaban esta temática, pero no fueron tratados. Tampoco se atrevió a realizar una denuncia penal -tal como pedía Buchhalter- el defensor adjunto en Ecología del Pueblo de la Ciudad, Antonio Elio Brailovsky, por la poda de una cuadra entera de "añosos e irrecuperables" plátanos para construir un desagüe por las inundaciones.
El vecino también intentó, mediante un correo electrónico a la Dirección de Higiene Urbana, llamar la atención sobre "la barbaridad que significa obligar a las empresas recolectoras de residuos levantar las ramas fruto de la poda ilegal", pero tampoco allí obtuvo respuestas.
El actual director de Espacios Verdes, Eduardo Malís, tampoco se dejó llevar por las recomendaciones de Buchhalter. Pero en cambio anunció, en octubre del año pasado ante algunos diarios de alcance nacional, que en el 2003 se va a aplicar un curso de poda y se abrirá un registro de podadores matriculados para responder a las demandas de los vecinos. Para que esto sea aplicable, Malís también manifestó que su intención es derogar la ordenanza que prohíbe la poda por parte de particulares y agregó que inspectores municipales vigilarán las podas. Lo que no dice Malís es que la cantidad de inspectores que podrá afectar aesta misión es tan raquítica que los resultados serán casi nulos.
"Todo esto se contradice con el Plan Maestro de Arbolado presentado públicamente el 21 de noviembre, sobre el cual solicité información a Malís pero este funcionario guarda un silencio que me hace pensar que nunca se aplicará, ojalá me equivoque. Ya estamos a enero. Ya habría que haber empezado. Tarde. La poda ilegal comenzará sin dudas, ojalá me equivoque", concluyó Buchhalter.