Con un quórum casi estricto, la Legislatura porteña tenía previsto analizar un proyecto que deroga la ordenanza 48.899, que preveía la erradicación de todos los tendidos aéreos de cable en la ciudad de Buenos Aires. Según el diputado macrista Martín Borrelli y los legisladores del Interbloque de Izquierda "esta medida beneficiará principalmente al Grupo Clarín (dueño de Multicanal y un porcentaje de Cablevisión), dado que ahorrarán 300 millones de pesos".
La iniciativa -que recogía las propuestas del diputado macrista Mario Morando (Juntos por Buenos Aires) y del Poder Ejecutivo- busca regularizar el otorgamiento, mantenimiento y regularización de permisos para la afectación, el uso y la ocupación del espacio público de la ciudad de Buenos Aires para la instalación de redes HFC que se afecten a la prestación de servicios de televisión por cable y servicios complementarios.
El polémico proyecto pretende instaurar un Registro Único de Empresas Licenciatarias del Servicio de Televisión por Cable y Complementarios (RUL) con el objeto de conocer los detalles de las instalaciones y el avance de los planes de reconversión de cada una de ellas, conjuntamente con la publicación de los principales datos de las licenciatarias en la página web del Gobierno de la Ciudad y extender la legislación vigente a fin de que abarque los servicios complementarios que se prestan a través de dichas redes, tales como Internet.
En los fundamentos de la iniciativa se asegura que "la ordenanza a derogar no sólo fue extemporánea al desarrollo de la actividad de prestación de servicios de televisión por cable, dado que a la época de su sanción ya se había realizado la mayor parte de la inversión hoy existente, sino que además ignoró el enorme costo económico de soterrar los cables, costo que habría redundado en un notable aumento del precio de los servicios prestados, limitando el acceso de grandes sectores sociales a los mismos. Asimismo, en Buenos Aires se da un caso particular de competencia entre numerosas empresas de cable y cinco canales de aire o abiertos de primer nivel, que no se da en otros lugares del mundo".
Y agrega: "Se busca el establecimiento de un nuevo régimen para la procedencia de los permisos en cuestión y la reconversión de las redes operativas existentes al sistema de columnas metálicas en aquellos sectores diferentes al Microcentro y Casco Histórico, congeniando los intereses de los usuarios del servicio y del resto de los habitantes".
La idea de un sector del macrismo, el ibarrismo y el kirchnerismo era tratar este proyecto sin debate, lo cual generó el rechazo de los sectores que se oponen a la sanción del mismo. Al haber quórum estricto, el tema se pasó para la semana que viene antes que la sesión se levantara.
Durante la sesión, los diputados Borrelli, Rubén Devoto (Movimiento por un Pueblo Libre), Sergio Molina (Bloque del Sur), Ariel Schifrin (Confluencia) y María Eugenia Estensoro (Espacio Plural) se manifestaron en contra de la iniciativa. Sin ir más lejos, Rubén Devoto sostuvo: "Nos oponemos a ambas decisiones y en la sesión volveremos a exigir la apertura del debate y que se considere ley de doble lectura. El negociado es vergonzoso, pero encima pretenden votarlo a libro cerrado y eludiendo la audiencia pública y la doble lectura a que obliga el artículo 89 de la Constitución porteña cuando se trata de temas que afectan el uso del espacio público".
En tanto, el diputado Julio De Giovanni (Partido de la Ciudad) adelantó que votará a favor del proyecto pero pidió que se permitiera la discusión del tema por lo menos en el articulado para realizar las reformas que fueran necesarias.
Borrelli reiteró parte de los cuestionamientos que realizó en la observación que presentó a la iniciativa y dijo que era inaudito que no se permitiera el debate en un tema tan importante y polémico como éste. Inmediatamente, el diputado Jorge Mercado (Cambiemos Buenos Aires) pidió la palabra para gritar a los cuatro vientos: "Borrelli miente, inventa que nosotros no queremos dar la discusión".
A lo que Borrelli contestó: "Desde el lunes, el presidente de la bancada ibarrista está muy nervioso. Por eso lo voy a entender. Hay que tener en cuenta que sólo resta 20 días para terminar su mandato y seguramente para que termine su carrera política".
De esta manera, se reeditó la pelea que Mercado y Borrelli vienen teniendo por el juicio político a Aníbal Ibarra, donde el ex diputado macrista apoya al jefe de Gobierno suspendido y Borrelli fue uno de los legisladores que impulsó la acusación al ex fiscal porteño.