Algunos integrantes de Compromiso K, la agrupación que responde al secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, bajaron varios cambios el entusiasmo inicial que le profesaron al jefe porteño, Jorge Telerman, al inicio de su gestión. ¿El motivo? O uno de ellos, al menos:
“No está gestionando como esperábamos; hay hospitales que necesitan un tomógrafo o que lo tienen roto y el Gobierno porteño pone su plata en un plazo fijo. Finalmente, le pedimos que nos ayudara con la plaza del 25, que fue nuestra idea, y lanzó la convocatoria el último día”, apunta a este medio un dirigente del espacio que nació en Santa Cruz para la reelección presidencial.
“Y las cosas en política, tarde o temprano, tienen sus consecuencias -continúa, el dirigente-. Me parece que si Kirchner no lo quiere como candidato para 2007, y si Alberto Fernández tiene una mala relación con él, algún guiño tiene que hacer hacia algún sector del kirchnerismo. Sin embargo, no lo hace”.
Quien así habla con NOTICIAS URBANAS es un dirigente del espacio formado por el circulo pingüino del Presidente, integrado también por el empresario periodístico Rudy Ulloa Igor y el diputado provincial Olaf “Pilo” Aaset, otras de sus dos cabezas visibles.
En Compromiso K también orbita el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien disputa espacios de poder en el gabinete con el ministro Alberto Fernández; de allí que la agrupación santacruceña, que busca hacer pie en la Capital, había puesto inicialmente sus fichas en el calvo jefe porteño.
Ahora, en cambio, algunos de sus integrantes (también está cerca de este armado Dante Gullo) están tomando distancia de Telerman.
DESPUÉS DE LA PLAZA
Hay que reconocerle un mérito a Compromiso K: guste o no la idea de la plaza del 25, los integrantes de este espacio fueron sus autores intelectuales. “Nadie quería correr el riesgo de llamar a la plaza, ésa es la verdad, y nosotros leímos bien las ganas de la gente y lo corrimos. Una de las cosas que nos convenció fue la respuesta que teníamos a nuestra convocatoria por mail. Aunque algunos, en el mismo Gobierno, creían que fraguábamos esas respuestas”, admite otro dirigente de la agrupación santacruceña.
Incluso, a principios de mayo, Cristina Kirchner los había retado: “Muchachos, si van a hacer payasadas, mejor no hagamos nada”. Pero, se ufanan en Compromiso K, después se terminaron sumandon todos.
Los días posteriores a la plaza son tiempos de evaluación. La herramienta de Compromiso K, aclaran sus integrantes, fue construida para atraer peronistas, independientes, socialistas y radicales desencantados y está pensada en función de la reeelección de Néstor Kirchner.
Pero, ¿y si Cristina es la candidata, en lugar de Kirchner?, preguntó NU al dirigente pingüino.
“No, Compromiso K es un espacio nacido para la reelección de Kirchner. Ése fue su sello de origen”, respondió, tajante, al explicar también que, para convertirse en un movimiento capaz de atraer a dirigentes de otros partidos, se necesitarán varios años, cinco o seis.
Es que, desde este espacio, vienen trabajando a nivel provincial para atraer radicales, un objetivo que parece haber dado sus frutos, ya que el partido centenerario tiene tanta presión desde el Gobierno que está a punto de estallar.
“Sería una lástima que perdieran su identidad radical los dirigentes que deciden sumarse a Compromiso K o al Gobierno; el partido se destruiría. La verdad es que el país tiene varios intendentes radicales, que tienen mostrador a la calle con la gente, y que son presionados por los vecinos para apoyar al Presidente porque suponen que eso les mejoraría la calidad de vida”, exagera un operador radical de este espacio, cercano al gobernador correntino Colombi.
Así las cosas, Compromiso K se encuentra en pleno debate y esperando ver resultados políticos de la exitosa idea de transfomar la fiesta patria en una fiesta K.