En un discurso en el que ratificó sus diferencias con el gobierno de Javier Milei, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, denunció que existe un “hostigamiento constante” hacia la prensa y hacia las voces críticas del actual oficialismo.
Macri habló en un acto por el Día del Periodista en la Casa de la Cultura, el edificio donde funcionó tiempo atrás el diario La Prensa. “Hoy estamos siendo testigos de un hostigamiento constante hacia el periodismo y hacia todo aquel que piensa distinto o haga una crítica a la gestión, incluso cuando esas críticas se hacen de manera constructiva”, dijo el alcalde.
La actividad fue organizada por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y contó con la participación de profesionales y diplomáticos extranjeros. “Desde mi lugar, me solidarizo con ustedes y reafirmo nuestro compromiso inquebrantable con la tarea periodística profesional, responsable y ética, que hace las preguntas correctas, interpela al poder y mantiene a la ciudadanía informada y activa”, dijo Macri.
Ni siquiera el acuerdo que el oficialismo nacional negocia con el Pro en la provincia de Buenos Aires moderó la inquina presidencial con Jorge Macri.
En ese contexto, el jefe porteño aludió sin eufemismos a los constantes ataques de Milei a los medios de comunicación y sus profesionales. La expresión “no odiamos lo suficiente a los periodistas” se convirtió en un eslogan oficialista, que el Presidente difunde cotidianamente en sus redes sociales.
Consideró “muy significativo” que el acto se llevara a cabo en el viejo edificio de La Prensa, inaugurado en 1898 sobre la Avenida de Mayo. “Lo estamos restaurando para que recupere su esplendor como venimos haciendo con toda la infraestructura cultural de la Ciudad. Estos espacios son un patrimonio que comunica valores e identidad”, afirmó.
Para el jefe porteño, el periodismo “es mucho más que un trabajo, es una vocación democrática”.
“Los periodistas son protagonistas privilegiados de la vida cotidiana -añadió-. En cada nota, crónica y editorial hay un acto de servicio a la verdad, o la búsqueda de la verdad, porque no fueron pocas las veces que ese trabajo puso luz sobre hechos de corrupción”.
A su juicio, “una democracia madura no le teme a las preguntas incómodas, todo lo contrario: las necesita para crecer”. Y abogó con una sociedad con “ciudadanos activos que opinan, discuten y se informan”.
Se refirió también a la transformación digital y a la irrupción de la inteligencia artificial: “Han transformado la manera en la que se produce, se distribuye y se consume información. Ya no hay dueños absolutos de la verdad. Los deepfakes, las fake news y la ‘infoxicación’ nos llevan a una crisis de credibilidad y a un debate ético aún abierto. Por eso es indispensable seguir creyendo y defendiendo en el valor de la palabra y en el dato verificado”.
Al cerrar su discurso, Macri agradeció a los periodistas por “contar lo que pasa, decir lo que algunos callan y preguntar lo que incomoda”, y se comprometió a “defender la libertad de prensa”, porque “en los peores momentos de nuestra historia la persecución a periodistas fue el primer síntoma de la pérdida de libertad”.