La lucha por el poder se ha hecho evidente. Se trata de una división que resurgió después de los recientes éxitos de los candidatos “violetas” en las elecciones. De esta manera, el ascenso del mileísmo en todo el país ha encendido las alarmas en gran parte del radicalismo mendocino, especialmente para el actual gobernador Alfredo Cornejo, quien enfrenta la presión de un correligionario y antiguo rival por la gobernación, ahora alineado con La Libertad Avanza (LLA) y con gran entusiasmo: Luis Petri, actual ministro de Defensa de la Nación.
Este fin de semana se manifestó de forma clara la confrontación dentro de la UCR mendocina. La celebración del Congreso Partidario, destinado a definir cómo se seleccionarán los candidatos de cara a las elecciones de octubre, evidenció las diferencias existentes. De hecho, Petri, después de presentar una propuesta polémica que fue rechazada por el partido, decidió ausentarse del encuentro y organizó, a través de su fundación “Mendocinos por el Futuro”, una reunión paralela con sus seguidores, acompañado de su hermana, Griselda Petri, quien, irónicamente, ocupa el cargo de vicepresidenta del radicalismo local.
“Es un abuso y un acto autoritario por parte de Cornejo; nos expulsaron del Congreso”, afirmaron desde el círculo cercano al ministro. “Petri pretendía designar a los candidatos a dedo, mediante una comisión de cuatro personas compuesta por ellos mismos”, defendieron los cornejistas, una acusación que fue desmentida por el sector del funcionario nacional.
Petri exigía algo que irritó al gobernador: mayor participación y poder de decisión en función de los resultados de las PASO 2023, donde obtuvo el 40% de los votos en la interna que ganó Cornejo. Sin duda, el desempeño del actual ministro de Milei en las elecciones de ese año lo fortaleció para lo que vino después: ser candidato a vicepresidente de Patricia Bullrich y, finalmente, convertirse en una figura clave en el gabinete de Milei. En este momento, su meta es establecer su presencia en las listas legislativas, con la vista puesta en 2027 y la ambición suprema: la gobernación.
“Se está viendo mucha pretensión, soberbia y juego sucio. Por eso, hay temor y preocupación real del cornejismo frente a los embates de los hombres de Milei, como es Petri, más allá de la sintonía entre el presidente Javier Milei y el gobernador. Es necesario poner un límite y un freno a tanta ambición, ya que no se está respetando el peso del radicalismo en Mendoza”, indicó un alto dirigente del partido centenario, parte activa del proceso electoral que se vive por estas horas, quien, frente al avance “urbano” del mileísmo en todo el país, ve con buenos ojos una alianza con los libertarios pero sin ceder demasiado en el armado de listas.
Finalmente, el congreso radical, sin la participación de Petri, se llevó a cabo con una notable presencia de los intendentes, leales a Cornejo, lo que facilitó que la mayoría de los congresales avanzaran con una propuesta alineada a los deseos del gobernador. Así, se determinó que los candidatos radicales se elegirían a través de un Colegio Electoral partidario, fundamentado en una cláusula transitoria, que se integrará a la Carta Orgánica provincial de la agrupación. Este órgano estará compuesto únicamente por los congresales partidarios debidamente acreditados y con mandato vigente, lo que asegura un padrón cerrado y controlado de votantes, quienes seleccionarán entre las listas presentadas. Se estima que la elección se llevará a cabo a principios de agosto.
A pesar de que se anticipaban fricciones entre Cornejo y Petri, todo parecía indicar que estas surgirían cuando se iniciara la discusión sobre la sucesión en 2027. No obstante, la situación cambió hace unas semanas. De hecho, después de las elecciones en Chaco, que reafirmaron la fuerza de la UCR provincial, se respiró alivio en Mendoza.
Sin embargo, con la victoria violeta en la capital salteña y el triunfo de Manuel Adorni en Buenos Aires, regresaron las expresiones de preocupación. De hecho, hay líderes que rechazan un acuerdo con La Libertad Avanza (LLA), pero reconocen que es la única manera de evitar el “fenómeno urbano” de Milei, quien ya ha incorporado a su grupo a la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado.
A la vez, más allá de los adversarios “mileístas” de Cornejo en los partidos opositores, dentro del radicalismo comienzan a elevarse voces que frenan las aspiraciones de Milei de teñir de libertario todo el país. “No me van a pintar de violeta”, declaró a este diario el intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez, uno de los posibles sucesores de Cornejo, lo que deja en el aire una decisión de Cornejo: unificar las elecciones provinciales con las nacionales o llevar a cabo las legislativas provinciales en 2026: en febrero las PASO, y en abril, las generales, tal como estipula la ley local.
Los últimos movimientos constituyen una fuerte advertencia para Cornejo: cómo podría conformarse la Legislatura provincial y, sobre todo, cómo se desarrollará la contienda en 2027.