Un fuerte respaldo a los movimientos populares

Un fuerte respaldo a los movimientos populares


El lunes 27 de julio, Daniel Scioli, Jorge Taiana, Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro”, entre otros referentes sociales y políticos, sellaron en IMPA un momento histórico de acumulación política para los movimientos populares. El candidato presidencial del FPV firmó un acta compromiso frente a 400 delegados y representantes de las diferentes ramas de la economía popular para institucionalizar en el próximo gobierno un Ministerio de Economía Popular.

La historia de la empresa recuperada IMPA refleja la historia del pueblo argentino. Cerró en el año 1998 producto de las políticas neoliberales de esa década. Sus trabajadores, como muchos posteriormente, tuvieron que decidir entre luchar por un puesto de trabajo o pasar a estar excluidos del sistema. Ese sujeto social, que cortó rutas, que ocupó tierras, que tomó fábricas y que resistió privatizaciones fue el que terminó con el proyecto neoliberal en diciembre del 2001.

Y luego, desde el 2003, esos sectores pudieron salir del infierno. Es verdad que durante los gobiernos de Néstor y de Cristina nuestro país creció económicamente; se redistribuyó como nunca antes el ingreso; se crearon millones de puestos de trabajo; se expandieron inusitadamente las políticas de seguridad social; se fortalecieron los sindicatos y se celebraron cada vez más acuerdos paritarios. Y por sobre todas las cosas esto se logró a contracorriente de los centros de poder que desde Estados Unidos y Europa no pararon de pedirnos ajustes, privatizaciones y exclusión. Sin embargo, aún no hemos resuelto la cuestión social de un tercio de los trabajadores argentinos que son expulsados por un sistema mundial de acumulación capitalista centrada en la especulación financiera.

Últimamente esos sectores son convocados e interpelados persistentemente por el Papa Francisco en torno a las Tres T, Tierra, Techo y Trabajo. Son los trabajadores de la informalidad, los trabajadores de la economía de subsistencia, los excluidos, los precarizados, los que no tienen derechos, los que no tienen patrón y desempeñan su esfuerzo tanto en zonas rurales como urbanas.

Sin lugar a dudas, que el acto se haya realizado en la primera empresa recuperada por sus trabajadores en la Ciudad de Buenos Aires, explica la enorme carga simbólica y política de lo sucedido. También hace visible los contrastes políticos. A diferencia del Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Daniel Chain y Mauricio Macri, que busca poner en valor la zona sur de la Ciudad pero con las clases medias y populares expulsadas, con el reciente anuncio de creación de un Ministerio de Economía Popular es posible pensar el desarrollo del sur porteño pero con inclusión y justicia social.

Cuando Jorge Taiana, flamante primer candidato nacional del FPV al Parlasur, hablaba de que era necesario empezar a discutir los cambios estructurales, lo conceptualizó en términos de escribir el Segundo Tomo del proyecto nacional. Eso también hay que traducirlo al escenario local y predicarlo a los porteños. Mientras el Gobierno de la Ciudad desde que asumió Macri no trató ninguna ley de expropiación de empresas recuperadas para que la autogestionen sus trabajadores, Daniel Scioli junto a numerosos dirigentes del FPV comprometieron su futuro político a la profundización de un proyecto que tiene como protagonista a los movimientos populares. Hoy más que nunca queda claro que consolidar lo logrado y profundizar  es la tarea política que tenemos por delante.

*Secretario Político del Movimiento Evita Capital

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