Unas semanas atrás se cumplió un año del lanzamiento del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (PROGRESAR). Un nuevo derecho que se suma a las múltiples políticas de inclusión y desarrollo que ha motorizado el Gobierno Nacional en la última década. El PROGRESAR apoya a jóvenes entre 18 a 24 años que quieren iniciar o completar sus estudios en cualquier nivel educativo, acceder a cursos de introducción al trabajo y a cursos de formación profesional en instituciones reconocidas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y/o el Ministerio de Educación.
A un año de su lanzamiento, se puede afirmar que el PROGRESAR ha tenido un gran éxito. Más de un millón de jóvenes se han inscripto, alrededor de 600.000 están al día de la fecha cobrando el beneficio. En el ámbito del Ministerio de Trabajo su impacto fue realmente muy importante. Setenta mil jóvenes han realizado Cursos de Introducción al Trabajo, en el marco de los cuales se propicia que conozcan sus derechos laborales e incorporen técnicas para buscar trabajo. A nivel capacitación en oficios, la presencia de los jóvenes se ha multiplicado drásticamente. El actual porcentaje de participación juvenil marca el máximo histórico en los últimos 11 años.
Esta apuesta por los jóvenes, la inclusión, el trabajo y la capacitación es un compromiso, una opción política de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Es una forma de entender el Estado, sus responsabilidades y funciones. También una manera de entender cómo éste se articula con la sociedad.
En un año electoral, donde están en discusión dos modelos de país, resulta relevante remarcar que el Gobierno porteño expresa lo opuesto a esta visión y la política destinada a los jóvenes no escapa a esto.
En la Ciudad de Buenos Aires, el PROGRESAR cuenta con más de 13.000 beneficiarios. Estos se suman a los 18.000 que, desde 2010, pasaron por el Programa Jóvenes por Más y Mejor Trabajo. “Estudiar es Trabajar”, programa del gobierno de la Ciudad semejante al PROGRESAR, con más tiempo de ejecución, sólo cuenta con 2.000 inscriptos (hace dos años tenía el doble). ¿A qué se debe semejante diferencia? ¿Por qué el Programa del Gobierno Nacional es seis veces más grande que el de la Ciudad? Porque son expresiones de dos modelos diferentes. Por un lado, un gobierno nacional comprometido con la gestión, trabajando articuladamente con organizaciones sociales, sindicatos y cámaras empresarias. Por otro lado, puro marketing y ausencia de compromiso.
Hace menos de un mes, el Banco Mundial confirmó un préstamo de 425 millones de dólares. Esos fondos tienen como único objetivo profundizar las políticas de empleo joven que viene desarrollando el Gobierno Nacional. En el marco de un proceso inédito de desendeudamiento externo, este compromiso se vincula directamente a la inversión social, al futuro del país. En contraposición, la deuda de la Ciudad a septiembre de 2014 alcanzó 2108 millones de dólares, se multiplicó 4 veces respecto de 2007, la inmensa mayoría destinada a gastos corrientes. Como decíamos antes, hay dos modelos muy distintos de pensar la Argentina.
*Matías Barroetaveña, Secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.