Porque somos peronistas estamos con Mauricio 2015

Porque somos peronistas estamos con Mauricio 2015


A menudo se nos reprocha que estar en el PRO no es de peronista. O que para ser peronista no hay que estar en el PRO. Como si el peronismo fuera un dogma, una verdad revelada, un fundamentalismo más.

Nadie absolutamente nadie hoy puede jactarse de ser más peronista que otro, pero sí se puede señalar la ausencia o la presencia de valores justicialistas en uno u otro sector de la comunidad política argentina.

Sin embargo, a nadie escapa que el kirchnerismo posee una propensión fortísima a dividir a la sociedad y la historia en réprobos y elegidos. Y su mirada (o relato) está dirigida a encumbrar a Evita en lugar de Perón. Una maniobra disolvente ensayada por los enemigos del peronismo que tuvo su origen durante las proscripciones. En esa época era común escuchar a los dictadores antiperonistas hacer la diferencia entre Perón y Evita. Ella –según la maliciosa versión- había sido más sana que Él, “el corruptor de menores”, “el tirano prófugo”, “el demagogo”, “el fascista”. Evita valía la pena. Perón, no. Claro, Evita estaba muerta y Perón en cualquier momento regresaba al país y les volvía a pintar la cara como finalmente ocurrió.

Por tanto, el evitismo nunca formó parte de la esencia identitaria del peronismo. En cambio, este recurso falsificador sirvió de bandera de los que “tiraban de la izquierda o de los que tiraban de la derecha”, para torcer la dirección tercerista de Perón, tan distante de los extremismos ideológicos como de las teorías ajenas a la doctrina fundacional.

Si Macri no tiene nada que ver con la historia partidaria del peronismo (aunque comparta y exprese muchos de sus valores) en igual situación se encuentran Martín Sabbattella, Aníbal Ibarra, Juan Manuel Abal Medina, Chacho Álvarez , por citar solo a algunos exponentes de una extensa ristra de funcionarios provenientes del Frepaso. O Héctor Timerman, abanderado de Jorge Rafael Videla y luego de Lilita Carrió. O Amado Boudou, Ricardo Echegaray y Sergio Massa, afiliados de la Ucedé de Álvaro Alsogaray. Sin embargo, estos dirigentes y funcionarios nunca son objetados por los peronistas kirchneristas. De esa manera, ellos discriminan y son excluyentes con quienes pensamos distinto, adoptando actitudes intolerantes, mentirosas y agresivas.

¿Qué Macri representa a una clase social y el peronismo a otra? Falso. El peronismo desde sus orígenes ha sido policlasista. Perón invitó a formar parte de su movimiento a socialistas y conservadores, a empresarios grandes y pequeños, a obreros e intelectuales. Huelgan los ejemplos. Refresquen la memoria, señores kirchneristas. Y dejen el relato plagado tergiversaciones.

Quienes desde PROpuesta Peronista formamos parte del proyecto político de Mauricio Macri, no estamos afiliados al PRO. Pero nunca renunciamos a nuestra identidad política y nos alistamos en una estrategia de poder opuesta al kirchnerismo, que en la superficie aparece sin el rótulo peronista. ¿Acaso el partido de gobierno es el Justicialista o el Frente para la Victoria? El kirchnerismo en diez años se ha dedicado a pulverizar al Partido Justicialista, negando el debate y la democracia interna. Lo que denota –como cualquier populismo- su vocación desinstitucionalizante, que  apunta al vaciamiento de los poderes Judicial y Legislativo, a partir de la omnipotencia del Poder Ejecutivo en nombre de la “recuperación del Estado”.

Tampoco Mauricio nos ha exigido que dejemos de ser peronistas. Ni nos resta espacios porque seguimos fieles a nuestra identidad doctrinaria.

Nosotros estamos convencidos –porque lo vemos cotidianamente en la gestión- que el proyecto político de Macri contiene más valores justicialistas que el kirchnerismo. Por eso estamos con él. Además a los dirigentes hay que evaluarlos por sus políticas públicas y no por una ficha de afiliación o por el discurso de ocasión. La República no tiene partido. Y se merece un proyecto grande y realizable surgido del diálogo intersectorial y del consenso.

Mal que les pese a los difamadores kirchneristas, Mauricio Macri encarna valores como la unidad nacional, la igualdad de oportunidades,  la promoción de la justicia social, el respeto a la institucionalidad republicana, el desarrollo económico sustentable, la apertura cultural, la diversidad de opiniones, la libertad individual, el derecho a una vivienda digna y a un trabajo decente para todos, etcétera.

Sólo a los kirchneristas –maestros del pensamiento destructivo- se les puede ocurrir privilegiar una postura partidaria en detrimento de un proyecto político pluralista. Nosotros seguimos construyendo una alternativa que derrote definitivamente al populismo oligárquico que desgobierna y aniquila la institucionalidad republicana.

Queremos más democracia y repudiamos esta contrademocracia disfrazada de fanatismo evitista.

Militamos para tener en 2015 un Presidente de la Nación y no el jefe de una facción.

Por eso somos protagonistas de la candidatura presidencial de Mauricio Macri.

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