Más y mejor control, igual a mejores sociedades

Más y mejor control, igual a mejores sociedades


El 21 de Abril de 1999 sesionaba por primera vez el colegio de auditores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, razón por la cual la Legislatura ha instituido esta fecha como el día del trabajador del control.

Desde entonces nuestro organismo ha transitado un lapso de casi dos décadas con la misión de ejercer el control externo del sector público en nuestra ciudad, y aunque la mayoría de las veces no es una tarea valorada en su justa medida, es necesario en términos de construcción de ciudadanía, ponderar de manera permanente la intensa labor que con un gran profesionalismo y dedicación llevan a cabo los trabajadores de la Auditoria General de la Ciudad.

Más y mejor control, logran como resultado conductas y acciones gubernamentales eficaces y transparentes, lo que se traduce en un Estado más eficiente. Sé que este razonamiento no entraña originalidad alguna, pero de algún modo ha cobrado una enorme vigencia en el sentido común de las sociedades de nuestra región.

Los sistemas democráticos latinoamericanos, en su mayoría enfrentan un desafío que en algunos casos pone en juego su existencia misma: lograr mejorar en el menor tiempo posible los niveles de calidad institucional. Existen ya muchas muestras de que la población en general, exhibe un creciente hastío por la poca, o nula en algunos casos,  transparencia de los actos de gobierno.

Es entonces en este contexto histórico, donde el trabajador de un organismo de control asume un rol trascendental y su función se vuelve  prioritaria para el engranaje institucional, porque en la medida en que tenga las herramientas necesarias para identificar, relevar y verificar la implementación y aplicación de las políticas públicas y sus consecuencias en el plano de la realidad; quienes tienen la responsabilidad de conducir circunstancialmente los destinos de una sociedad tendrán a disposición un valioso instrumento para evaluarse a sí mismos y al conjunto de su gestión.

Tengo la convicción de que algunas efemérides propician oportunidades para la reflexión. Es por ello que además de saludar y agradecer con todo mi afecto a los trabajadores que día a día ofrendan su trabajo en pos del bien común en el ámbito de la AGCBA, quiero instar a que todos los que tenemos vocación por lo público, o quienes sencillamente nos preocupamos por el presente y el futuro de nuestra ciudad, a que hagamos los esfuerzos necesarios para visibilizar la gran tarea que desarrollan quienes observan falencias, detectan irregularidades y también generan recomendaciones, que si en todos los casos fueran tomadas en cuenta, no me cabe duda alguna que tendríamos cada vez mejores gobiernos contribuyendo a la construcción de una sociedad moderna y de iguales.

 ¡Feliz día Auditores !!

*Por Mariela Coletta
Auditora General de la Ciudad de Buenos Aires (Evolución)

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