Luz amarilla en el Pro por las últimas encuestas

Luz amarilla en el Pro por las últimas encuestas


Podría parecer exagerado hablar de un punto –o un mes– de inflexión para la gestión de un gobierno que recién transita su meneado segundo semestre. Pero es la propia administración macrista la que, con algunas confesiones más privadas que públicas, obviamente, enciende luces amarillas sobre el futuro inmediato.

Aunque son adictos a las encuestas, resulta imposible confirmar cuánta de esta preocupación que transmiten en la Casa Rosada está relacionada con una serie de números que se conocieron durante julio. Provienen de consultoras que no suelen medir para el Gobierno nacional. O al menos, cuando esto ocurre, no difunden sus resultados en los grandes medios.

En charlas cerradas, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, solamente admite cierto retraso en la baja de la inflación como punto negativo. “Estamos corridos un trimestre, pero en marzo del año que viene ya estaremos en unos 20 o 25 puntos proyectados anualmente”. Cuando se le marca que esa era la cifra que vaticinaban el propio Mauricio Macri y el ministro Alfonso Prat-Gay cuando asumieron, Peña, casi sin quererlo, admite una mentira adrede: “Es que la economía se compone de expectativas”, justifica la decisión de lanzar un número que ya se sabía errado.

El funcionario, sin embargo, insiste con sondeos (que no muestra en detalle) que hablarían de una aceptación general aún buena de la gestión: “Hay un 30 por ciento muy duro en contra, básicamente kirchnerista, pero el resto, con matices, apoya”.

Otras cifras de encuestas que trascendieron en los últimos días, sin embargo, encienden un alerta. Sobre todo, cuando algunos funcionarios macristas hablan de la necesidad de consolidar la gobernabilidad, autoagitando un fantasma que hasta la oposición mantenía dormido.

Estos son algunos de los resultados de los distintos trabajos estadísticos.
• Management & Fit. La consultora hace un trabajo nacional todos los meses. En el recorrido desde la primera medición tras la asunción de Macri (hecha en enero), la expectativa sobre el futuro económico acaba de tocar su piso. En un trabajo de 2.000 casos en todo el país difundido días atrás, el 46,2% opinó que la economía general del país va a estar “peor o mucho peor en los próximos meses”. En enero, el número no llegaba a 38%. En contraposición, los que creen que se estará “mejor o mucho mejor” bajaron de 37% a poco más de 33% en el mismo lapso.

La mayoría de los consultados en el mismo trabajo considera a la inflación como el principal problema del país. Y por segundo mes consecutivo, los que tienen una percepción positiva de la gestión de Macri se equiparan a los que lo opinan negativamente, cuando en enero había una brecha de casi 10 puntos a favor del Presidente. La imagen positiva del propio Macri también perdió una decena de puntos y hoy está en 42,5%.

• Giacobbe y Asociados. Esta firma hizo un relevamiento sobre las tarifas el mes pasado. Allí, si bien la gran mayoría reconoció que los precios de los servicios estaban atrasados (así opinó el 71,1%), un porcentaje aún mayor (81,3%) consideró que el ajuste debió hacerse más gradualmente.

• Analogías. La encuestadora de Analía del Franco, que solía medir para el kirchnerismo, también muestra algunos números críticos para el Gobierno. En un trabajo en la provincia de Buenos Aires, relevó por ejemplo que el 63,5% de los consultados consideró que Macri cumplió “poco y nada” de lo que había prometido en campaña. También le adjudican cierta improvisación en la manera de tomar decisiones. Solamente un 21,9% cree que el Presidente “tiene un plan”, mientras que un 45,7% opina que “va resolviendo en función de las necesidades”.

Aunque aún falta tiempo (más político que de calendario) para las elecciones, varias consultoras empezaron a jugar en paralelo con el escenario electoral en la provincia de Buenos Aires. Allí, aunque muy prematuro, el clima tampoco es el más despejado para el oficialismo: la dupla Massa-Stolbizer, en caso de concretarse, aparece hoy en un primer escalón, seguidos por alguna dupla del PJ que incluya a Randazzo y acaso a Scioli, y recién terceros figuran precandidatos de Cambiemos como Jorge Macri y Carrió. Está claro, de todos modos, que (para bien o para mal) al momento en que lleguen los comicios, las gestiones del Presidente y la gobernadora Vidal incidirán de lleno en las urnas.

Más allá de estos números, el Gobierno estará muy atento las próximas semanas a la evolución de otra serie de variables claves que se cruzan y harán que el termómetro tienda a rojo o vuelva hacia el verde. ¿A qué habrá que estar atentos? La suspensión o no de los aumentos de tarifas (para los que el Gobierno ya fijó un tope mucho menor al previsto originalmente), la inflación (¿arrancará por fin el sendero decreciente que vienen prometiendo?) y el clima social en las calles, con las organizaciones sociales claramente más endurecidas y movilizadas que los gremios tradicionales.

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