En el fin de ciclo, todos contra el único heredero

En el fin de ciclo, todos contra el único heredero


La exagerada reacción de un sector del kirchnerismo por la visita del gobernador Daniel Scioli al stand marplatense del Grupo Clarín es, acaso, la mejor muestra gratis de lo que puede ser este año para un oficialismo con fecha de vencimiento. Los adjetivos que usaron los rivales internos del exmotonauta para calificar su pecado veraniego –se habló del principal grupo de medios del país como “el Diablo”, como un lugar de “caníbales”– dejan al descubierto la precariedad con la que el kirchnerismo encara su despedida. Con el postulante que más mide denostado y herido por fuego amigo, con sus contrincantes de vuelo bajo disparando para voltearlo, con la líder del espacio dando órdenes desde la cama y más preocupada por su futuro judicial que por la perduración del proyecto.

Hubo reacciones públicas sorprendentes, con verborragia inusitada para personajes como Julián Domínguez (titular de Diputados) o Florencio Randazzo (ministro de Interior y Transporte). Con otra muestra del abismo al que parece haber caído el obediente Jorge Capitanich (jefe de Gabinete) y con gags para un libreto tragicómico: el titular de la Afsca hablando de “terrorismo mediático” el mismo día en que un ataque dejó 12 muertos en un medio francés, o la interpretación bizarra del vicegobernador Gabriel Mariotto, jurando que la falta de un candidato claro en el espacio es en realidad una “fortaleza”.

Los pocos dirigentes del oficialismo que al menos se mostraron comprensivos con la actitud de Scioli también dijeron más que sus palabras. Aunque ambos juraron que no imitarían la acción del gobernador de asistir a un evento de la “corporación”, tanto Sergio Berni como Mariano Recalde destacaron que a Scioli “ya lo conocemos”, que “siempre fue así”, que “hay que aceptar las diferencias”. Más allá de la vocación genuina de sus dichos, al secretario de Seguridad y al titular de Aerolíneas parecen haberlos traicionado sus ansias de continuidad.

Aunque jure en público que su intención es irse a casa una vez que se acabe la aventura santacruceña, Berni juega con la posibilidad de ser candidato a gobernador de… Scioli. Ya se fotografió e intercambió mimos con el exvice de Kirchner y dice con intención que, aunque no tenga deseos, es el que “mejor mide”.

También Recalde cree que su tiempo en el poder no debe acabar este año. El joven de La Cámpora y dirigente del PJ porteño espera conseguir algún hueco en las listas K en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Jefe de Gobierno? Aún no da la talla, pero las ganas están.

La palabra de Recalde quedó enseguida en una vereda claramente opuesta a la de otro referente de la agrupación juvenil que conduce el máximo hijo presidencial. Andrés “el Cuervo” Larroque fue particularmente duro con Scioli. La proximidad de la elección estaría provocando algunas grietas en la fuerza fetiche de Cristina. Cuando el viceministro de Justicia, el también camporista Julián Álvarez, blanqueó que quería ser candidato a intendente de Lanús, una de las primeras cosas que hizo fue participar en un acto con Scioli. También Eduardo “Wado” de Pedro, diputado y “cerebro” del grupo, tiene aspiraciones en el distrito de Mercedes. ¿Prescindirá del mejor candidato?

Como su madre debe poner un ojo y medio en los Tribunales, el conductor de La Cámpora por ahora reaccionó a lo Kirchner: sin ningún gesto público de apoyo a ningún candidato y manteniendo las riendas cortas de todos. La única que conduce y manda es mamá. Parte del foco de la atención de la familia presidencial, como quedó expuesto en los últimos cambios de Gabinete, está puesto en la inteligencia. La llegada de un fiel como Oscar Parrilli estaría siendo acompañada ahora por el desembarco de laderos más jóvenes. Como hizo en casi todos los ministerios, La Cámpora también funcionaría en la ex-SIDE como una agencia de colocaciones. Allí se maneja información sensible, también para después de 2015.

Disfrutando en parte este presente farragoso, Amado Boudou observa sonriente cómo otros compañeros de ruta se hunden en el barro. Sin correr los pies del plato, el vicepresidente tiene previsto pasar el verano en Buenos Aires y alrededores. En las próximas semanas sufriría una pérdida sensible. Uno de los colaboradores más cercanos ya le avisó que debe dejarlo por la campaña. El olor a fin de ciclo se cuela por todo el mundo K.

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