El futuro es el diálogo

El futuro es el diálogo

(*) Coordinador nacional de La Solano Lima.


Mauricio Macri acaba de afirmar que es posible arribar a un acuerdo político con el gobernador cordobés José Manuel de la Sota de cara a 2015. La noticia es de por sí halagadora para quienes creemos en el diálogo como ámbito de generación de consensos y como método civilizado de creación de soluciones. Hasta el momento, la agenda política suele ser opacada por la confrontación permanente impulsada por el kirchnerismo. Pero que dos de los principales líderes disidentes del actual “modelo” se hayan sentado a una mesa a pensar en coincidencias futuras, habla a las claras de un cambio cualitativo a tener en cuenta por el conjunto de la dirigencia nacional.

La política suele ser concebida en términos de conflicto. Hay quienes sostienen que el conflicto es la materia prima de la política. Nosotros creemos lo contrario. Concebimos a la política en términos de diálogo. Porque nos despojamos de miradas dialécticas que sirven para engañar a incautos. En esto el kirchnerismo ha hecho escuela. Para nosotros la política es el arte de coincidir en aquello que nos separa circunstancialmente. Un dicho popular es preciso: “hablando la gente se entiende”.

El diálogo acerca. El conflicto aleja. El diálogo hermana. El conflicto divide.

¿Quiénes auspician una sociedad dividida? O mejor dicho: ¿quiénes se benefician con la división social? Los sectarios. Los fanáticos. Los excluyentes. Ellos se envuelven en la bandera de la parcialidad en detrimento de la unión fraternal. Ellos creen que defienden a la patria de la antipatria, al pueblo del antipueblo. Falso. Patria y pueblo somos todos los argentinos.

En un país que todavía sufre las consecuencias dolorosas de un pasado violento y cargado de odios, hemos aprendido que el relato oficial cargado de una épica falsa, mezquina y suicida, es mentira. Y la mentira daña. Atrasa. Destruye.

Por eso, entre el grito y el diálogo, optamos por el diálogo. Es el camino de la convivencia. De la democracia. De la República. Del federalismo. Cuando aparecen líderes políticos como Macri y De la Sota, cada uno desde su experiencia, que nos convocan a profundizar los comunes denominadores, ahí estamos a su lado, codo a codo. Supieron, con grandeza y tolerancia, iniciar la marcha grande de un pueblo que quiere vivir en paz, trabajar y progresar.

Es hora de mirar hacia adelante. De avanzar. De mejorar. Macri y De la Sota representan una forma de hacer política superadora de los paradigmas arcaicos y regresivos. Se han puesto a la vanguardia de una Argentina plural, respetuosa y moderna. No dejemos pasar esta oportunidad inmejorable.

El futuro es el diálogo. Bienvenido el futuro.

 

 

 

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