Agenda de jóvenes: Educación y Trabajo

Agenda de jóvenes: Educación y Trabajo

"Resulta crucial que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intervenga incluyendo en un lugar privilegiado dentro de su agenda de prioridades el problema de la falta de inserción laboral de los jóvenes, teniendo en cuenta la naturaleza segmentada y multidisciplinaria de esta problemática".


Para muchos jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires, el final de la secundaria constituye una fuente de enorme incertidumbre. Tal como me planteó un pibe de una escuela de Chacarita, en una visita que realizamos junto a mi equipo hace algunos días, el futuro aparece “oscuro”. Para aquellos con mayores posibilidades socioeconómicas, el rápido ingreso a una Universidad o a un Terciario, prolonga la “protección” que brinda el sistema educativo, mientras que para aquellos con menores recursos, la búsqueda de un trabajo informal o una changa emerge como la opción inmediata. Al terminar el secundario los jóvenes enfrentan un escenario complejo, sin experiencia profesional y sin conocimientos acerca de las reglas y técnicas sobre cómo buscar e insertarse en un empleo, cómo desarrollar un microemprendimiento, cómo generar un autoempleo o construir un proyecto de carrera.
Esta ecuación es aún más difícil para los jóvenes de menores recursos o para los que han tenido algún tipo de problema con las drogas o con la ley penal, que sufren de alguna discapacidad o tienen que mantener una familia.
Si evaluamos esta problemática, desde el punto de vista estadístico, los datos resultan reveladores. Según el INDEC y el Ministerio de Trabajo para el año 2003, la tasa de desempleo de los jóvenes (entre 15 y 25 años) en la Ciudad de Buenos Aires fue del 26.2%, más del doble que el desempleo general que se ubicaba en 11 puntos. El problema es aún mayor si a esta tasa se suma la tasa de subocupación juvenil que supera el 22.8%. Teniendo en cuenta ambos indicadores el total de jóvenes con problemas laborales en la Ciudad alcanza el 49%.
En esta línea, un estudio de la Consultora EQUIS para el mismo año revela un notable crecimiento de la población de jóvenes que se encuentran en una situación de inactividad absoluta: no estudian, no consiguen ni buscan empleo, ni colaboran con tareas en el hogar. En la Ciudad de Buenos Aires los jóvenes que se ubican en esa situación representan el 11.9% de la población juvenil.
En los últimos años se ha observado una fuerte aceleración de inactividad absoluta juvenil con un crecimiento que en la Ciudad de Buenos Aires alcanza el 40 %. Está situación coloca a los jóvenes en circunstancias muy complejas donde los mecanismos normales para una adecuada inserción social vía escolarización u ocupación, están quebrados.
En este contexto, resulta crucial que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intervenga incluyendo en un lugar privilegiado dentro de su agenda de prioridades el problema de la falta de inserción laboral de los jóvenes, teniendo en cuenta la naturaleza segmentada y multidisciplinaria de esta problemática.
Es necesario trabajar a partir de dos líneas prioritarias: por un lado, desde el sistema educativo, focalizando en la escuela media como un agente central en la definición y aplicación de políticas y por el otro, desde el gobierno, diseñando políticas con mayor impacto, asignado más recursos a los programas existentes y coordinando y articulando horizontalmente las diferentes medidas.
En relación con el trabajo desde la escuela, las acciones deben tender hacia dos objetivos prioritarios: profundizar los vínculos con el mundo laboral y potenciar aquellos mecanismos que promuevan más años de estudio teniendo presente la realidad de que cuanto mayor sea la educación, mayores resultarán las oportunidades de conseguir un empleo. En este sentido, el trabajo debe plantearse tanto desde los mecanismos de retención escolar como desde la construcción de vínculos con las instituciones de educación superior.
En este contexto y con el objetivo de asegurar la continuidad educativa de los jóvenes, hemos presentado una Ley de Becas de Estudios Superiores. Esta ley crea un programa de 1000 becas anuales que contemplan el nivel académico y socioeconómico de los estudiantes y promueven principalmente la dedicación exclusiva de los mismos a sus estudios. Como contrapartida, se les exige a los beneficiarios que ejerzan una tutoría de estudios a otros becarios de menor antigüedad.
En relación a la necesidad de mejorar y profundizar la articulación entre la escuela y el mundo del trabajo, estamos presentando un proyecto de Ley que da la posibilidad de que cada escuela destine uno o más docentes de su planta a la tarea de articulación con el mundo laboral.
Esto prácticamente no requiere erogación presupuestaria pero garantizaría una eficacia mucho mayor para cualquier vinculación que se pretenda plantear a la vez que ayudaría a reforzar el programa Aprender Trabajando, dependiente de la Secretaria de Educación de la Ciudad, hoy responsable de las pasantías educativas.
Estas iniciativas buscan aprovechar el momento de expansión por el que atraviesa el mercado laboral en la actualidad, donde existen más oportunidades del lado de la demanda que posibilidades de la oferta. De todas formas resulta importante trabajar desde el fomento de la demanda, y en esta línea hay que destacar el proyecto del Diputado Santilli que propone generar estímulos a las empresas que tomen jóvenes. En esta misma dirección, hemos comenzado a trabajar junto a las empresas en tratar de lograr que incluyan en su agenda de responsabilidad empresaria el contacto directo con las escuelas medias, particularmente con aquellas que tienen presencia en el sur de la ciudad.
Todas estas medidas promueven darle una mayor prioridad a las problemáticas de los jóvenes en la agenda del gobierno. En una sociedad con recursos escasos, las políticas públicas deben responder a prioridades, procurar un mejor futuro y mayor dignidad para los más jóvenes debe ser una de ellas.

* Diputado porteño por Compromiso para el Cambio

Más columnas de opinión

Qué se dice del tema...