¿Por dónde tendría que empezar el nuevo Jefe de Gobierno electo?

¿Por dónde tendría que empezar el nuevo Jefe de Gobierno electo?

Esta ciudad tiene más problemas de gestión estatal y de actitudes insolidarias que de otra naturaleza. Sólo se necesita poner en marcha una revolución intraestatal que permita crear la sinergia positiva hacia un futuro de progreso y equidad.


Creo que antes que nada, habría que comenzar por construir la Mesa de la Gobernabilidad, del Diálogo y el Respaldo democrático puesto que –quien quiera cambiar algo- necesitará hacer:

l) Una reingeniería institucional profunda y planificada, con personal idóneo, evaluación por resultados, achicamiento de circuitos burocráticos, optimización de funciones, destrabe de partidas y de demoras administrativas, todo con consenso paritario y sin despidos masivos. Urgen nuevas reglas de juego, para terminar con la ineficiencia y el discurso vacío de realidad que lleva lustros de vigencia y decepción.
Si no se hace de inmediato la reingeniería institucional, la máquina de impedir triturará en poco tiempo cualquier cambio, por lo que es imprescindible acordar fines y procedimientos de gestión que permitan alcanzar los demás objetivos a saber:

a) Una política de seguridad integral, no sólo de seguridad ante el delito: seguridad en la calle (luminarias, reductores de velocidad, semáforos, multas a transgresores) y otros espacios públicos; prevención del delito, seguridad jurídica, seguridad alimentaria, edilicia, laboral. Inspectores y policía local intachables y al que coimee todo el peso de la ley. Que la sociedad sienta que controlar es proteger.

b) Iniciar el diálogo constructivo con el sistema federal para alcanzar mayor autonomía: policía propia, competencias judiciales, regulación de los servicios públicos y del tránsito con eje en las necesidades de la ciudad. Planificación urbana ambiental.

c) Promover la construcción del Ente Metropolitano con la provincia de Buenos Aires y los 23 distritos del conurbano para resolver articuladamente los problemas que trascienden la frontera de la Gral. Paz, por ejemplo: transporte, contaminación de suelos y cuencas, migraciones, residuos urbanos, corredores productivos, atención primaria de la salud, programas sociales para niños y ancianos, prevención y persecución del delito, entre otros.

d) Vitalizar al estado local para que gestione todos sus servicios con eficiencia: salud (edificios y tecnología, enfermería, atención primaria), educación (edificios, profesionalización docente, calidad de contenidos), transporte (moderno, puntual, ordenado), recolección y disposición de residuos (métodos modernos): Y que todos los salarios sean lo mejor posible.

e) Planificar el acceso a la vivienda social, a créditos accesibles, a un hábitat digno. Prevención de inundaciones. Infraestructura urbana: cloacas y agua potable en villas. Producción e industrias no contaminantes (dedicadas a la cultura, diseño, soft, turismo, etc.)

f) Generar una política de inversiones y salida de la Ciudad al mundo: identidad cultural, innovación en ciencia y técnica, convenciones y congresos, apertura de mercados o nichos para exportación de los productos urbanos.

2) Desde el primer día irradiar valores sanos: cultura de diálogo, del intercambio en paz y no violencia. Valoración de las verdades y los consensos y las mediaciones. Impulsar la eficiencia como el ejercicio de la solidaridad desde el Estado, cuidando la equidad social y la integración y protección especial a los vulnerables: infancia, adolescentes, tercera edad, enfermos, discapacitados, inmigrantes, pobres e indigentes.

3) Conformar rápidamente el futuro gabinete para ordenar en cada tema las acciones según urgencia, importancia, resultado estratégico o circunstancial, corto, mediano o largo plazo, escuchando en cada tema a quienes saben (valorar al conocimiento) y a quienes demandan (valorar a la ciudadanía), y trazando el camino racional según tiempo, espacio y recursos (valorar la política).

4) Reivindicar a las instituciones de la democracia: la legislatura, los partidos, asociaciones y representantes de la producción, el trabajo, la academia, el territorio, Ongs. No alimentar clientelismo ni asambleísmo sustitutivo de lo institucional, ni la extorsión de ninguna minoría, ni las acciones directas o salvajes de grupos o lobbies.

Esta ciudad tiene más problemas de gestión estatal y de actitudes insolidarias que de otra naturaleza. Es la ciudad con más presupuesto, más pluralidad de saberes, más facilidad de comunicación. Sólo se necesita poner en marcha una revolución intraestatal que permita crear la sinergia positiva hacia un futuro de progreso y equidad.

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