Un pacto de la movilidad para la Ciudad

Un pacto de la movilidad para la Ciudad

"Es necesario asumir con firmeza el desafío de tener una ciudad que garantice la movilidad en todas sus formas, que permita accesibilidad a los discapacitados, que brinde tranquilidad a los peatones y reglas claras para los conductores".


La Ciudad de Buenos Aires está registrando un aumento en la gravedad siniestral de sus accidentes de tránsito que nos obligan a analizar detenidamente la calidad de los sucesos y sus consecuencias.

Según estadísticas recopiladas por el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), entre todos los accidentes viales que se produjeron en nuestra ciudad entre el 1 de julio y el 30 de noviembre de 2003, dieciocho tuvieron como consecuencias la muerte de 20 personas en la vía pública.

Todos los accidentes responden a las siguientes características: en primer lugar son accidentes mortales en lugares de la ciudad que en los años anteriores registraban accidentes viales de consecuencias no graves. En segundo lugar, son accidentes que han tenido difusión por distintos medios de prensa, debido a sus circunstancias particulares (la experiencia marca que los medios de prensa apenas relevan y difunden un tercio de los accidentes que se producen); finalmente salvo uno de los accidentes señalados, todos tuvieron uno o más muertos inmediatos y probablemente, entre los heridos graves resultantes de los mismos accidentes se hayan verificado fallecimientos posteriores.

Esta siniestralidad nos muestra que estamos ante hechos desconocidos en nuestra ciudad: esquinas como Santa Fe y Callao con frecuentes accidentes graves; peatones que ante el cambio de recorrido de las líneas de colectivos a causa de las frecuentes movilizaciones o protestas son fatalmente atropellados, automovilistas sin cinturón, alcoholizados o corriendo carreras en el área urbana; motociclistas serpenteando el tránsito sin casco protector (cuando no a contramano para poder entregar a tiempo la pizza o la empanada), ciclistas expuestos a las más insólitas reglas del tránsito: ciclovías por la derecha o por la izquierda según convenga experimentar o peatones que cruzan la calle por cualquier lugar menos por la esquina, entre las principales infracciones, hacen de nuestro tránsito una experiencia anómica pocas veces vista en el planeta.

Disminuir los accidentes no se logra solamente con cámaras fotográficas que multen a los automovilistas que violan la luz roja: es necesario asumir con firmeza el desafío de tener una ciudad que garantice la movilidad en todas sus formas, que permita accesibilidad a los discapacitados, que brinde tranquilidad a los peatones y reglas claras para los conductores.

En esta tarea estamos todos convocados: el gobierno, los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil, las empresas de transporte en todas sus formas y todos los que se desplazan en esta metrópoli debiéramos analizar si no convendría comenzar a discutir y comprometerse en un "pacto de la movilidad" que nos permita -mediante la educación, el ejemplo y en su defecto aplicando sanciones- vivir en una ciudad más segura y confiable.

* Presidente de la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires

Más columnas de opinión

Qué se dice del tema...