El bloque de Unión por la Patria (UP) en la Cámara de Diputados de la Nación conserva por ahora una unidad formal que oculta tensiones profundas. Tras la derrota electoral reciente, distintos sectores del peronismo (kirchneristas, massistas y gobernadores) optaron por contener el enfrentamiento interno para evitar regalar un nuevo triunfo político a Javier Milei y a su espacio.
En la última reunión de bloque, celebrada el miércoles pasado, muchos describieron el ambiente como “catártico”: un repaso de los resultados electorales de cada provincia, sin cuadros estadísticos, pero con un claro propósito de desahogo. El foco estuvo puesto más en contener que en resolver: estabilizar el bloque de cara al nuevo período legislativo que comienza el 10 de diciembre.
La nueva composición del Congreso plantea un escenario complejo para Unión por la Patria (UP). El bloque sumará figuras de peso y egos definidos: por el kirchnerismo, por ejemplo, ingresará Teresa García junto a Máximo Kirchner y Paula Penacca; del espacio sindical aparecerá Hugo Moyano (h), hijo del líder camionero; y del massismo, varios diputados que buscan preservar su identidad propia.
Van 2 años que el gobierno nacional impide que tengamos una ley de Presupuesto.
Milei presentó un #Presupuesto2026 que no contempla las necesidades de nuestro pueblo. Hay que reformularlo.
Por eso, presentamos una propuesta que privilegia a los que más sufren este rumbo… pic.twitter.com/WXhYZdMnGm
— GERMAN MARTINEZ (@gerpmartinez) November 4, 2025
Una fisura ya visible proviene de los gobernadores provinciales que evalúan actuar con autonomía. Un ejemplo: el diputado electo Jorge “Gato” Fernández, de San Luis, adelantó que no se sumará al bloque Unión por la Patria (UP), luego de competir fuera del sello y mantener negociaciones con aliados provinciales. En paralelo, los massistas hablan de una “división sin fractura”: la intención es mantener el paraguas común, aunque con identidades diferenciadas.
El bloque resolvió postergar un quiebre formal hasta marzo, cuando arranque el nuevo período legislativo. Si bien reconocen que las tensiones son inevitables, la estrategia es evitar que sean capitalizadas por la oposición o por figuras ajenas al espacio. Mientras tanto, el cierre de fin de año legislativo será de perfil bajo: la sesión prevista para el 19 de noviembre buscará mostrar coincidencias en proyectos como juicio por jurados, emergencia pyme y financiamiento del deporte, evitando grandes cruces.
