Una Auditoría reveló fallas en la gestión de turismo de CABA

Una Auditoría reveló fallas en la gestión de turismo de CABA

El informe fue presentado por el auditor por UP, Lisandro Teszkiewicz.


Una auditoría de la Ciudad de Buenos Aires revela “fallas” en la gestión de turismo. La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) publicó un informe crítico sobre el Ente de Turismo, señalando una serie de deficiencias que obstaculizan la gestión y el desarrollo del sector en la capital argentina.

Entre los hallazgos más preocupantes, se destaca la falta de claridad en las funciones y responsabilidades dentro de la Dirección General de Promoción Turística, lo que impide una vinculación efectiva entre las tareas realizadas y los objetivos planteados.

El informe también subraya una “deficiente asignación presupuestaria”, atribuida a imputaciones erróneas de gastos y a la ausencia de un anteproyecto de presupuesto que oriente la distribución de recursos. Además, la AGCBA constató la inexistencia de una metodología para establecer metas físicas, lo que imposibilita la medición de bienes y servicios, y el incumplimiento en la carga de resultados de gastos y producción pública en los sistemas correspondientes.

El Auditor General por Unión por la Patria (UP), Lisandro Teszkiewicz, enfatizó que estas fallas representan una “importante restricción en la capacidad de gestión” del organismo, calificándolo de “gravísimo” en un contexto global donde las ciudades buscan optimizar su gestión turística de manera sostenible.

En el ámbito de la administración de fondos, la auditoría identificó la contratación de servicios no incorporados al Registro Informatizado de Bienes y Servicios (RIBS), sin que constaran solicitudes formales para su inclusión, en contravención con el Manual Operativo.

Teszkiewicz, señaló que el organismo “hace uso y abuso del ya famoso decreto 433/16”, apartándose de la Ley de Compras y Contrataciones. Otro punto crítico es el convenio con la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo de Buenos Aires (AVIABUE), donde las actividades realizadas son “poco significativas en relación al volumen de fondos transferidos”, y las rendiciones de fondos aprobadas carecen de detalles sobre los recursos utilizados y los resultados obtenidos.

La situación más alarmante se presenta en el servicio de buses turísticos. Se realizaron varias adendas al contrato que modificaron sustancialmente las condiciones originales del pliego de licitación, lo que “redunda en un deterioro de la calidad del servicio ofrecido”. Estas modificaciones fueron aprobadas de manera inusual y acelerada, antes de la publicación del dictamen de la Procuración que debían tener. La AGCBA destacó que estas actuaciones se realizaron al amparo de la Ley de Emergencia Económica N° 6.507, horas antes de su vencimiento, y sin fundamentos técnicos adecuados. Asimismo, se detectaron debilidades en el control de los recursos provenientes del canon abonado por las empresas concesionarias.

El auditor Lisandro Teszkiewicz concluyó que, a pesar de las declaraciones del presidente del Ente de Turismo, Valentín Díaz Gilligan, sobre una visión estratégica para el turismo de reuniones, la realidad de la gestión del organismo muestra “falta de planificación adecuada, irregularidades administrativas y la debilidad de los mecanismos de control”. Estas deficiencias, según Teszkiewicz, “afectan la transparencia, la legalidad y la eficiencia del uso de los fondos públicos”.

En un tono crítico, el auditor peronista afirmó que esta situación demuestra que “también en el sector turístico, las prioridades del macrismo están en los negocios privados y no en las políticas públicas”.

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