El Papa Francisco “falleció de manera serena” este lunes a la edad de 88 años debido a un accidente cerebrovascular (ACV) que tuvo lugar a las 7:35 (hora local de Italia) en su residencia de la Casa Santa Marta. Esta información fue confirmada por el equipo médico de la Santa Sede, que indicó que el líder religioso sufrió un derrame cerebral que llevó a un estado de coma y un colapso cardiovascular irreparable.
De acuerdo con información recopilada por Vatican News, la Oficina de Prensa del Vaticano comunicó esta tarde el certificado de defunción de Jorge Bergoglio, el cual fue avalado por el profesor Andrea Arcangeli, quien dirige la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano. En el documento se menciona que el sumo pontífice falleció a causa de un derrame cerebral, coma y colapso cardiovascular irreversible.
El documento médico indica que el Papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II. La muerte se comprobó mediante un registro electrocardiográma tanatológico. “Declaro que las causas de la muerte, según mi conocimiento y conciencia, son las arriba indicadas”, escribió Arcangeli.
El pontífice falleció apenas 90 minutos después de despertar, según medios italianos. A las 6:00 sonó su alarma, se sintió mal poco después de las 7:00 y murió a las 7:35. En ese sentido, sus médicos informaron que el pontífice “falleció pacíficamente” en su residencia.
El fallecimiento de Bergoglio, quien había estado al frente de la Iglesia católica desde marzo de 2013, ocurrió menos de un mes después de haber recibido el alta tras una hospitalización de 38 días debido a una neumonía bilateral. A pesar de que sus médicos le habían indicado que requería, por lo menos, dos meses de descanso en su vivienda por haber experimentado “dos episodios muy críticos” que pusieron en riesgo su “vida”, Bergoglio aparentaba estar decidido a no permanecer recluido en sus habitaciones en la Casa Santa María.
En este contexto, el fallecido realizó apariciones inesperadas al final de las celebraciones eucarísticas y en la Basílica de San Pedro, lo que generó en los fieles la esperanza de una posible mejoría en su salud. Durante su última aparición pública, en el domingo de Pascua, saludó a los asistentes desde el balcón del Vaticano y caminó por casi una hora por la Plaza San Pedro, sin el uso de la cánula nasal que normalmente llevaba, a pesar de las indicaciones médicas de reposo total.
“Felices Pascuas”, exclamó con fuerza al iniciar su mensaje de Urbi et Orbi, que fue completado por un asistente. Allí pidió el fin de las guerras en Ucrania y Gaza. Su presencia activa y determinada frente a más de 35.000 personas fue interpretada como una señal de recuperación, a pesar de que su estado seguía siendo delicado.
Apenas horas antes de su muerte, Francisco también se reunió brevemente con el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, en una audiencia pascual que duró unos minutos. El Papa le obsequió tres huevos de chocolate para sus hijos, aunque ambos mantuvieron diferencias notorias en torno a la política migratoria, una de las banderas del pontificado de Bergoglio.
Tras la verificación de su deceso, el Vaticano emitió un comunicado en el que lo caracterizó como un individuo que se dedicó “integralmente” al servicio divino y de la Iglesia. “Con un profundo agradecimiento por su modelo como auténtico seguidor del Señor Jesús, confiamos el alma del Papa Francisco al amor infinito y compasivo de Dios, Uno y Trino”, indicó el cardenal Kevin Farrell en un comunicado.
El cuerpo del Papa será expuesto en la Basílica de San Pedro durante un periodo de tres días y su sepultura tendrá lugar en la Basílica de Santa María la Mayor. Según lo anticipado por el portavoz del Vaticano Matteo Bruni, el velorio podría iniciarse este miércoles.
Se anticipa que el Colegio Cardenalicio se congregue en los próximos días para establecer el procedimiento hacia el Cónclave, el cual se llevará a cabo en la Capilla Sixtina al menos 15 días después del deceso. Solamente los 138 cardenales que son menores de 80 años, de un total de 252 cardenales vivos, tendrán derecho a participar en la votación. Hasta que eso ocurra, el camarlengo, el cardenal Farrell, asumirá el rol de líder interino con atribuciones limitadas.
El Vaticano ha comunicado también que la canonización de Carlo Acutis, el joven italiano que falleció en 2006 y es reconocido como el primer santo “milenial”, programada para el 27 de abril, se ha aplazado debido a la muerte del Papa. “Después del fallecimiento del Pontífice Francisco, les informamos que la Celebración Eucarística y el Rito de Canonización del Beato Carlo Acutis. . . han sido retrasados”, afirmó la Santa Sede en un comunicado breve.