Un asesor presidencial habló de la necesidad de acelerar la vacunación

Un asesor presidencial habló de la necesidad de acelerar la vacunación

El médico Eduardo López advirtió que la segunda ola puede ser peor si no avanza la vacunación.


“Tras el rebrote de fin de año, los casos se amesetaron, y ahora hay una baja pero más lenta. La segunda ola puede llegar si no tomamos con tiempo las medidas que tenemos que tomar”, advirtió el asesor presidencial Eduardo López, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica, que además dijo que la segunda ola puede tener un mayor impacto si no se acelera la vacunación, principalmente de los mayores de 60 años.

En declaraciones a Radio Mitre, el infectólogo alertó que “si utilizamos el esquema de dos dosis, necesitamos fácilmente 15 millones y eso es lo que a todos nosotros nos preocupa, porque a medida que se corre el comienzo de la vacunación del adulto mayor, se acerca más al invierno”.

López señaló que a pesar de que no es un virus estacional, en invierno siempre hubo mayor cantidad de casos por lo menos en Europa y en los países que se veranea en Costa. En tal sentido, aseguró que Argentina parecería que va en ese camino. “Lo que sí puede variar es la mortalidad y la hospitalización si vacunamos en tiempo y en forma. Tenemos que vacunar lo más rápidamente posible a la población vulnerable que es el adulto mayor, es decir los mayores de 60 años, que son 7.300.000 personas”, enfatizó.

“Argentina tiene una gran población susceptible. Salvo los barrios populares, no se supera el 11% de la población con anticuerpos. Es decir que tenemos posibilidad de tener un brote durante la época de invierno”, añadió.

López recordó que la media de mortalidad en Argentina es de 74 años, “por lo tanto, tenemos que ir a vacunar a esa población. Nos está costando tener el número necesario de vacunas para cumplir con esa meta”, advirtió.

Asimismo, López advirtió que si el Gobierno nacional no aumenta la vacunación corremos el riesgo de introducir cepas nuevas donde las vacunas no son tan eficientes. “En la medida que uno detecte las nuevas cepas y el virus no se disemine, estamos tranquilos. Pero si el virus se disemina, es mucho más complejo”, alertó.

Para el infectólogo, hay dos datos importantes a tener en cuenta: “EEUU vacunó 46 millones de personas y le cayó la curva de mortalidad. E Israel que está vacunando a toda la población pero que comenzó por los adultos mayores, le cayó la mortalidad en un 30%. La vacuna aún no vacunando a toda la población, genera rápidamente un impacto positivo”.

Argentina comenzó el 29 de diciembre su plan de inmunizaciónAl ser consultado sobre la posibilidad de que la cantidad de gente vacunada más aquellos que ya tuvieron la enfermedad y tengan anticuerpos, haga que el año por delante sea un poco más relajado o que la segunda ola sea más leve, López fue contundente: “La única manera de que uno evite hospitalización y mortalidad es vacunando a la población”.

“No sabemos cuándo vamos a terminar de vacunar a la población porque todavía no terminamos de vacunar a los médicos. El personal de salud son unas 800 mil personas y no hay más de 300 mil que tengan la vacunación completa. Si no vacunamos al personal de salud no podemos comenzar con los adultos mayores que ahí son más de 7 millones”, insistió.

 

 

 

 

 

 

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