El gobierno bonaerense, liderado por Axel Kicillof, lanzó una fuerte crítica hacia la Casa Rosada luego de que el presidente Javier Milei fuera agredido con piedras y objetos durante un acto de campaña en Lomas de Zamora. Desde La Plata, cuestionaron la falta de medidas de seguridad adecuadas y consideraron que el mandatario “no fue protegido” por su equipo de seguridad.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, repudió la agresión hacia Javier Milei durante la caravana de campaña electoral del miércoles, en Lomas de Zamora, pero sostuvo que desde Casa Militar, el organismo a cargo de la custodia del mandatario, “expusieron al Presidente a una situación delicada” ante una “violencia que se está agitando”.
Repudiamos la violencia de haber recibido agresiones, que por suerte no impactaron en él por nuestro trabajo, y tuvo que salir corriendo”, sostuvo el funcionario del gobernador, Axel Kicillof.
La queja se encuadra en un contexto de creciente tensión entre el Ejecutivo nacional y el gobierno provincial, que se profundiza en medio de la campaña para las elecciones legislativas de octubre. En el episodio de Lomas de Zamora, según destacaron en forma subrepticia desde el oficialismo bonaerense, el presidente quedó expuesto a un escenario de enfrentamiento que podría haberse evitado.
Si bien Kicillof no emitió declaraciones públicas en ese momento, su gestión utilizó voceros y operadores políticos para trasladar su disconformidad. La denuncia apunta a que la seguridad del presidente estuvo lejos de ser óptima, lo que generó un duro cuestionamiento a la planificación logística del operativo en territorio peronista.
“A mí me parece que fue todo una puesta en escena” nos dice @JaviAlonsook sobre los hechos de Lomas de Zamora y La Matanza
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— Uno Tres Cinco (@unotrescincocom) August 27, 2025
Este episodio se produce en paralelo con el deterioro del diálogo institucional entre ambos gobiernos. En los últimos meses, la Casa Rosada y la provincia de Buenos Aires se encontraron enfrentadas por la redistribución de recursos, la gestión de seguridad y las estrategias electorales. En este marco, el reclamo por la protección del presidente asume un carácter emblemático.
Desde el Gobierno nacional, por su parte, se sostuvo que el mandatario fue evacuado con éxito y que no hubo heridos de gravedad. También se apuntó al accionar de militantes opositores, a quienes calificaron como responsables directos del clima de violencia observado, desdibujando así cualquier culpa atribuible a la logística o coordinación del operativo.
Este cruce marca un nuevo capítulo en la pulso entre Kicillof y Milei, donde la seguridad del presidente se convierte en un campo de disputa política, tanto como lo es la gestión de recursos, el manejo electoral y la disputa simbólica por la representación del Estado provincial frente al nacional.
