A un cuando ellos siempre insistieron en público y en privado sobre la inexistencia de un acuerdo, la sintonía política entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau hizo (hace) suponer a muchos con una jugada osada entre estos dos aliados. ¿El jefe de Gobierno porteño negoció con el senador para que sea el candidato a sucederlo en el 2023?
La especulación no es antojadiza. Además de los acuerdos electorales -Martín Tetaz, auspiciado por Lousteau, secundó a María Eugenia Vidal en la boleta larretista de CABA este año, por caso-, la asiduidad con la que se veía al ex ministro en el Palacio de la calle Uspallata alimentaba el fantasma. De concretarse el acuerdo, marcaría un antecedente particular: Larreta estaría impulsando como sucesor a un rival de otro partido -el PRO gobierna la Ciudad desde 2007-, que casi lo deja afuera en 2015.
Sin embargo, ambos repiten hoy el mismo libreto. Que no está decidido dónde será candidato Lousteau y que, en caso de serlo, deberá someterse a internas. Los dos, vale destacarlo, son desde hace varias tandas electorales, partidarios de resolver las diferencias en las PASO. Así, por caso, debutó Larreta como candidato.
Lo llamativo, ahora, es quiénes podrían ser los rivales de Lousteau en una eventual interna de Juntos por el Cambio en la Ciudad en el 2023. Con Diego Santilli mudado a la Provincia -e impedido de ser candidato porteño por sus casi dos mandatos como vicejefe-, el primer nombre que surge es el de María Eugenia Vidal.
Hizo el recorrido inverso a Santilli. O más aún: se fue de la Ciudad a Provincia y ahora volvió como candidata a diputada. Esto la ubicó por default como posible sucesora de Larreta. Ella dice “ni”. Recorrerá las dos Buenos Aires y el interior del país, como para dejar abierta la chance de cualquier postulación, incluida la presidencial.
La candidatura de Vidal este año le puso un cepo a otra carrera porteña: la de Patricia Bullrich. La titular del PRO aceptó bajar su postulación este año, sin plantearle la interna a la ex gobernadora e inmediatamente avisó que su objetivo 2023 pasaba a ser el presidencial. Lo repite hoy mismo a quien se lo pregunte.
Esto, sin embargo, no allanó a que la disputa porteña se concentre solamente en los nombres de Vidal y Lousteau. Como un déjà vu, el apellido Macri volvió a sonar en CABA, pero ya no vinculado a Mauricio, sino a Jorge, el primo del ex presidente, que se incorporará como ministro a la gestión de Larreta y no descarta pujar por su sucesión.
Según remarcan en su entorno, el plan A sigue siendo ir por la gobernación bonaerense, pero el plan B ahora se mudó a la Ciudad.
