En una jugada política que sorprendió por su timing —a menos de una semana del recambio parlamentario en ambas cámaras—, se impuso un pacto entre representantes de la coalición libertaria oficialista y fuerzas del kirchnerismo.
El acuerdo implicó que cada bloque impulsara su propio dictamen: los libertarios respaldaron la gestión de Neiffert bajo el mandato del gobierno de Javier Milei, mientras que el kirchnerismo aprobó, en paralelo, la gestión del organismo durante el último año de la administración de Alberto Fernández, cuando la entidad aún funcionaba como Agencia Federal de Inteligencia (AFI), con conducción compartida entre Agustín Rossi y Ana Clara Alberdi. Los informes, cuyo contenido permanece bajo reserva, habrían concluido que no se registraron irregularidades formales en los ejercicios bajo revisión.
No obstante, el aval no fue unánime: tres legisladores se negaron a suscribir los dictámenes. Entre ellos, el presidente de la comisión, el senador Martín Lousteau, junto a su colega radical Mariela Coletta, y el senador del Pro Martín Goerling (Misiones), quien directamente no asistió a la reunión por considerar inoportuna la convocatoria, dado que algunos mandatos de la comisión vencen el próximo 10 de diciembre.
¿Pacto LLA-UP?
A Neiffert le aceptaron la renuncia porque su gestión tuvo “validación parlamentaria”.
Abajo, la conformación de la Bic de Inteligencia, que esta semana “validó” la gestión de Neiffert y la del último año de A. Fernández.
Me consta que al menos 2 de sus… pic.twitter.com/ok2qk21c1j
— Déborah de Urieta (@ddeurieta) December 4, 2025
El balance de fuerzas revela un armado político inédito: el dictamen kirchnerista fue impulsado por el vicepresidente de la bicameral, el diputado Leopoldo Moreau, mientras que el de los libertarios contó con el apoyo del diputado Cristian Ritondo. Por su parte, la bancada oficialista en la comisión se completó con los diputados libertarios Gabriel Bornoroni y César Treffinger, mientras que por el lado kirchnerista acompañaron senadores como Oscar Parrilli, Eduardo de Pedro, Beatriz Ávila y Florencia López, y diputados como Rodolfo Tailhade y Blanca Osuna.
Fuentes del entorno de la bicameral sugirieron a este diario que la sorpresiva rúbrica de los dictámenes y el reemplazo inmediato de Neiffert estarían vinculados: se habría esperado la aprobación formal de su gestión antes de que presentara su renuncia. Efectivamente, en el comunicado oficial del organismo sobre su sustitución por Cristian Auguadra se hace mención explícita a la “finalización de la primera etapa del proceso de reestructuración de la agencia tras la aprobación del informe de gestión 2023-24 por parte de la Comisión Bicameral”.
El episodio pone de relieve, en plena transición parlamentaria, la alianza circunstancial entre sectores radicales de la oposición y oficialismo libertario con el kirchnerismo para garantizar aval político al manejo de un organismo clave del Estado. Más aún, reaviva el debate sobre la transparencia y el control parlamentario de los servicios de inteligencia en la Argentina, en un contexto en que los informes aprobados permanecen bajo reserva y la SIDE vuelve a reconfigurarse tras un recambio de autoridades.