La Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella informó que el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) del mes de agosto alcanzó un mínimo histórico desde el inicio del mandato de Javier Milei, ubicándose en 2,12 puntos, lo que representa una caída del 13,6 % respecto a julio y del 16,5 % en comparación con agosto del año anterior.
El ICG se mide en una escala de 0 a 5 desde noviembre de 2001, lo que posibilita comparaciones entre gobiernos. Según el análisis, el nivel actual es 16,3 % inferior al registrado en agosto de 2017 durante la gestión de Mauricio Macri, cuando fue de 2,53, pero aún se encuentra 14,3 % por encima del de agosto de 2021, en plena administración de Alberto Fernández, que fue de 1,85.
Durante los 20 meses de Gobierno de Milei, el promedio del ICG se sitúa en 2,48 puntos. Esta cifra es apenas inferior al promedio observado en el mismo período de Macri (2,58) y superior al de Fernández (2,17).
La caída observada en agosto se dio en todos los componentes que integra el índice: la “Honestidad de los funcionarios” bajó a 2,54 puntos (-9,9 %), la “Capacidad para resolver los problemas del país” a 2,46 (-14,6 %), la “Eficiencia en la administración del gasto público” a 2,10 (-13,2 %), la “Evaluación general del Gobierno” a 1,78 (-12,8 %) y la “Preocupación por el interés general” a 1,73 (-18,2 %).
Aunque esta caída mensual no es inédita —en septiembre del año anterior, el índice registró una baja similar del 14,8 % con un ICG de 2,16—, el valor alcanzado en agosto se convierte en el más bajo desde el inicio del gobierno actual.
El contexto político y económico del mes fue particularmente crítico: las derrotas del oficialismo en el Congreso y la fuerte volatilidad en los mercados, donde las tasas intradiarias superaron el 100 %, habrían contribuido a configurar el escenario de desconfianza.
El estudio distingue también diferencias según género: el ICG fue 2,42 en hombres (con una baja del 8,3 %) y 1,80 en mujeres (con una caída del 20 %).
En cuanto a los segmentos demográficos y socioeconómicos, la desconfianza fue más acentuada entre quienes cuentan solo con educación primaria (-30,2 %), residentes en CABA (-28,2 %) o en el Gran Buenos Aires (-23,3 %), y personas jóvenes de 18 a 29 años (-24,4 %). Contrariamente, el índice fue más alto entre quienes vivían en el interior del país (-7,4 %) o tenían estudios terciarios/universitarios (-7,6 %)